Monjas, actores y faranduleras venden una Cataluña "moderna y progresista" frente a una España "franquista"
El desafío soberanista de Cataluña parece inquietar a los inversores, que intentan ponderar el coste de una posible escisión de la mayor economía regional de España.
La independencia de esta región plantearía un nuevo escenario que cuanto menos crearía incertidumbre, y este es posiblemente el estado (la incertidumbre) que menos gusta a los inversores, no saber qué va a pasar (Raül Romeva: «Artur Mas no pilota el proceso independentista en Cataluña»).
De este modo, el precio los bonos catalanes con vencimiento en febrero de 2020 han caído, lo que ha hecho subir la rentabilidad este mes al nivel más alto desde principios de 2014 (El alucinado plan de Artur Mas para financiar a su Cataluña independiente).
De la misma forma, el rendimiento de la deuda pública española subió respecto a la italiana.
Eso refleja mayores riesgos económicos que representa la votación del 27 de septiembre y después las elecciones nacionales previstas para fin de año, ha explicado Borja Gómez, director de análisis de la firma de operaciones Inverseguros.
La decisión del presidente catalán Artur Mas de convocar a unas elecciones intentando convertirlas en una consulta sobre la independencia, constituye una nueva confrontación con el Gobierno central.
Mas ha planteado el proceso electoral como una consulta en la que se debe decidir si Cataluña puede y debe ser independiente, una economía de 198.000 millones, que representa casi el 20% del PIB de España (Ciudadanos insta a PSC y PP a a que le apoyen y formar Gobierno en Cataluña tras el 27-S).
«Es evidente que la situación política de Cataluña se ha deteriorado mucho», explica César Molinas, exjefe de estrategia de renta fija para Europa de Merrill Lynch y fundador de Multa Paucis, una firma de consultoría en inversiones.
Rajoy se dispone a luchar por la reelección y dice que es el líder más cualificado para impulsar la recuperación económica de España.
El desafío catalán reaviva el temor de los inversores sobre los futuros pagos de los bonos de la región en el caso de que se intensifique la confrontación con Madrid.
Son muchas las dudas que surgen si Cataluña se independiza, como cuál sería su relación con la Unión Europea, que divisa usaría Cataluña o con que cantidad de deuda pública nacería el nuevo Estado catalán (Monjas, actores y faranduleras venden una Cataluña «moderna y progresista» frente a una España «franquista»).
Diferenciales de rendimiento
El diferencial de rendimiento que exigen los inversores para tener deuda del gobierno catalán con vencimiento en febrero de 2020, respecto a la deuda alemana era de 328 puntos básicos, o 3,23 puntos porcentuales este lunes, en comparación con 180 puntos básicos de mediados de marzo, según datos que ha recopilado Bloomberg.
El 5 de agosto llegó a ser de 333 puntos básicos. En comparación con la deuda española, el diferencial ha escalado de 123 puntos básicos a alrededor de 248 puntos básicos.
El gobierno que encabeza Artur Mas ha dicho que está elaborando un método para dividir activos y obligaciones con España en el marco de una eventual separación. España es el principal acreedor de Cataluña.
Esta región es la mayor economía regional del país, además es la que más deuda pública tiene en términos absolutos con más de 64.000 millones de euros.
La Comunidad de Madrid tiene una deuda de unos 26.000 millones de euros, mientras que Andalucía (la segunda más endeudada) debe más de 28.000 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España.
