Si no hay los votos suficientes para el independentista este 27S, el proceso quedará entorpecido y parado y la reacción --del Estado-- no será nada amable
Si no hubiera tanto en juego y el asunto no entrañara tantos peligros para la convivencia en Cataluña, habría que concluir que lo de Artur Mas es de circo.
Tras pasarse años, ayudado por el republicano Oriol Junqueras y aliado con los alucinados de la CUP, mientiendo a la ciudadanía con la tesis de que la independencia no tendría coste y sería un chorro de oro para Cataluña, el presidente de la Generalitat se agarra a cualquier cosa (Barack Obama a Felipe VI a propósito de Cataluña: “Queremos una España fuerte y unida”).
Es inasequible al raciociono o la realidad. Unas horas después de que el presidente de EEUU afirmara tajantemente que la primera potencia mundial quiere «una España fuerte y unida», Artur Mas se ha referido a la visita de los reyes a la Casa Blanca, donde los monarcas han hablado con Barack Obama, del problema de Cataluña.
Según Mas, esto es «la mejor agencia de publicidad» que tiene la Generalitat para promocionar el proceso soberanista a nivel internacional (Con esta cara se quedó el Rey Felipe VI al escuchar el error de la traductora de Obama).
«Me juego un pèsol (un gistante, en catalán) a que hablarán con Obama», comentó Mas antes de conocer las palabras del mandatario de los Estados Unidos.
«Dicen que son elecciones normales y hablan con Merkel, Cameron, Kerry y Obama», reprochó Mas, quien ironizó sobre la publicidad que hacen las instituciones centrales del Estado del proceso independentista.
«Os tengo que hacer una confesión, ahora que no nos oye nadie. La Generalitat ha hecho un concurso para tener la mejor agencia de publicidad para que este proceso político sea conocido en todo el mundo. Y lo ha ganado el Gobierno español, ha quedado primero».
El presidente ha reclamado un apoyo claro a su candidatura para que entiendan «en Madrid, Bruselas, Washington, París, Londres, Berlín y adonde sea» que Cataluña quiere ni más ni menos que lo que tienen muchos otras comunidades en el mundo, un Estado.
Mas ha afirmado que el proceso no va contra nadie, tampoco contra España, y se ha mostrado convencido de que si Cataluña logra su independencia será un ejemplo en muchos ámbitos: «Hará una buena contribución a la humanidad y al mundo entero».
Ha insistido en que el 27S constituye una oportunidad única para avanzar en el proceso soberanista, y ha advertido de que, si no se aprovecha, la siguiente oportunidad no será en tres meses:
«Si no hay los votos suficientes para el independentista este 27S, el proceso quedará entorpecido y parado y la reacción –del Estado– no será nada amable».
