El equipo de Gobierno ha tachado al PSOE de Cáceres y a su portavoz de «mezquino e infantil» por el tipo de oposición que está realizando y por imputar acciones que son causadas por el propio ejecutivo de Vara.
En este sentido, se ha querido dejar claro que la reunión prevista con el presidente de la Junta se había convocado en la mañana de hoy, para lo que se tuvieron que realizar modificaciones en la agenda de la alcaldesa para que pudiera acudir a la cita, algo que, de forma unilateral, se cambió por el ejecutivo de Vara a finales de la pasada semana, trasladando una reunión cerrada por la mañana a horario de tarde, en el que coincidía con otros compromisos previamente adquiridos.
Con el respeto institucional que debe regir entre administraciones, el consistorio ha enviado a un representante de la ciudad, como es la concejala Caldera con el que Cáceres está perfectamente representando, sin entrar a valorar o criticar cambios de agenda, como los que ha realizado el presidente Vara, puesto que se entiende que ajustar horarios de distintas personas con responsabilidad es algo complicado, ya sea en el ámbito local o regional.
Por ese motivo, solo se puede entender desde la falta de ocupación y de oficio del portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Cáceres estas críticas, que son mezquinas e infantiles y que lo único que hacen es poner en tela de juicio la altura de miras del que debería ser principal partido de la oposición.
Llama la atención que se realicen estas críticas ahora y no se dijera nada, por ejemplo, cuando el actual presidente de la Junta no asistió a la visita de la ministra de Fomento, Anta Pastor, a las obras del AVE.
La ciudad de Cáceres merece una oposición seria, con altura de miras y que esté en los problemas estructurales, no en el regate corto y en la anécdota, que es para lo único que valen los socialistas cacereños.
