Pintan mal las cosas para los podemitas. Siguen cayendo en las encuestas, su mensaje ya no tiene frescura y empiezan a verse, cada día más gordas, sus contradicciones y pufos.
Pablo Iglesias reivindicó este 22 de octubre de 2015 el «voto morado» como único «voto útil» y fijó como rivales a PSOE y Ciudadanos de cara a las próximas elecciones generales.
Rodeado de sus senadores, el secretario general de Podemos mostró ayer en la Cámara Alta sus críticas al PSOE, al estimar que está renunciando a sus principios socialistas:
«Trata de parecerse a Podemos en lo que dice a la gente, pero después, en lo que hace, a los poderosos. Sigue haciendo la misma política que ha llevado al desastre».
Así, el líder de Podemos afirmó que sus senadores presentaron 45 enmiendas y 13 vetos en el Senado, mientras que Ciudadanos apenas ha registrado iniciativas.
Preguntado por los posibles acuerdos en la Comunidad Valenciana, Galicia y Cataluña, de cara a las generales, expresó un «enorme optimismo» y estar «trabajando en ello», aunque tampoco terminan de cerrarse a dos semanas de que finalice el plazo para registrar coaliciones en la Junta Electoral General.
Así, Iglesias restó importancia al hecho de que la Ejecutiva de Compromís finalizara el pasado martes a media noche sin llegar a un compendio sobre la posibilidad de confluir con Podemos en la Comunidad Valenciana.
Además, Iglesias informó de que su grupo había renunciado a dos seguros de vida, un plan de pensiones, una medalla que otorga el Senado valorada en 600 euros y una tarjeta de crédito para viajar gratis, «privilegios que no tienen el resto de ciudadanos», afirmó Iglesias.
Podemos también se reunió con pymes, autónomos, emprendedores y representantes de la economía social, y apostó por promover medidas que apoyen la creación de startups en sectores intensivos en conocimiento.