La jueza ha remitido un mandamiento al centro penitenciario en el que le indica que cuando se levante la medida cautelar por el caso de violencia de género, seguirá en prisión para cumplir la pena del maltrato animal.
Y es que cuando hace unos días acudieron a notificarle que tenía que personarse en el juzgado, para que le enviaran a prisión durante un año por dejar morir de hambre a su perro, se tuvo constancia de que ya estaba en el centro penitenciario de Palma por un presunto delito de malos tratos.
ACEPTÓ LA CONDENA
El joven, vecino de Palma, aceptó al ser juzgado un año de prisión por dejar morir a su perro de hambre y mantenerlo en unas condiciones pésimas durante meses. Lo tenía en el patio de su casa, atado con una cuerda.
El acusado fue denunciado por su propio hermano ante la Policía.
Tras ser rescatado, el can falleció a los pocos días en la perrera de Son Reus.
Es el segundo ingreso en prisión de un condenado por maltrato animal. La pasada semana entró en el centro penitenciario de Palma el joven condenado a ocho meses de cárcel por matar a un caballo de su propiedad en el hipódromo de Manacor (De cabeza a la cárcel por matar a palos al caballo… ¡porque había perdido una carrera!).
