Nacido en Sevilla, en 1977, Emilio se licencia en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada, aunque su verdadera pasión es la pintura. Por tal motivo, consigue la licenciatura en Bellas Artes por la Gerrit Rietveld Academie de Amsterdam, en 2009. En esta ciudad descubrió dos elementos que tendrán continua cabida en su obra: el cielo y el agua.
Ha realizado exposiciones colectivas en Amsterdam, Alkmaar y Utrecht, a la vez que performances para Jon Mikel Euba y Dora García.
Con esta muestra, titulada La piel celeste, Emilio visualiza la naturaleza de manera propia, como dice Italo Calvino,» una naturaleza verde, muciloginosa, espirales de la continuidad viviente».
En una visita realizada a El Chorro, en Málaga, surgieron las claves para su forma de pintar, a base de muchas capas de pintura que depositaba en cuencos, dejaba secar y les echaba agua para despegarlos del recipiente poniéndola sobre el lienzo donde se secaba de nuevo. A continuación seguía pintando sobre ellas. De aquí nace su preocupación por la piel. En la actualidad sigue evolucionando en su forma de pintar y todas las capas las quita con agua, dejando la tela en remojo durante varios días a fin de quitar las capas más resistentes. Al final queda una tela con surcos que se estira sobre el bastidor. Surge, de esta manera, una pintura espontánea y real.
