La provincia de Cáceres aúna fuerzas para que el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara siga «desarrollándose»

La provincia de Cáceres aúna fuerzas para que el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara siga "desarrollándose"
Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara

La noticia ya no es que Extremadura cuente con una nueva denominación UNESCO: el Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, la noticia es que la población, las asociaciones y entidades locales y las administraciones provinciales y regionales se han unido para celebrar esta nueva denominación. Todos y cada uno de ellos se sienten, de alguna manera, parte del proyecto, y así lo ha destacado, precisamente la presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero: «Sois vosotros, sois la gente, vosotros sois la masa y el cemento que ha conseguido poner en pie este Geoparque; sin vosotros nada de esto se hubiera conseguido».

Ha sido la Casa de la Cultura de Guadalupe la que ha acogido este martes un Acto de Celebración por la revalidación del Geoparque y por la obtención de la categoría de Geoparque Mundial de la UNESCO, como se aprobó, en París, el pasado 17 de noviembre. Motivo suficiente para reunir a los ciudadanos y representantes públicos y privados de la zona en un acto que ha sido inaugurado por la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura, Begoña García Bernal, y por la presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero, acompañadas también por la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez y por el Consejo del Geoparque, integrado por la Universidad de Extremadura, la Mancomunidad de Municipios Villuercas-Ibores-Jara, la Asociación para la Promoción y el Desarrollo Rural de la Comarca (APRODERVI), la Asociación de Empresarios Turísticos del Geoparque (Geovilluercas) y la Asociación Geológica de Extremadura.

Pero en esta cita, la importancia, según ha insistido cada uno de los intervinientes, entre ellos el director del Geoparque, José María Barrera, la tiene sobre todo la presencia de la sociedad civil, de los ciudadanos, de la comunidad educativa, de los empresarios, «todos aquellos que llevan tan dentro su geoparque», porque, ha recordado Barrera, la UNESCO valora un binomio: patrimonio geológico y desarrollo sostenible, «y ese binomio es la decisión de un territorio para trabajar conjuntamente áreas como la investigación científica, la educación formal y no formal, la sensibilización social, la creación y la innovación empresarial o la internacionalización» y siempre con el «desarrollo sostenible» como meta, es decir, «los geoparques se revalidan cada cuatro años y solo se obtiene el pase si se comprueban evidentes avances».

Y este es el espíritu que ha reinado en este acto multitudinario. Una sala de cultura repleta de vecinos de la comarca que comenzó el acto con un aplauso. «¡Aplaudiros, aplaudiros!», dijo a los asistentes Javier Álvarez, subdirector del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, que hacía las veces de presentador. Sin duda, ha sido un acto por y para los ciudadanos, como lo reflejaba también el hecho de que alumnos y alumnas de los colegios de la comarca, acompañaban también en el escenario a los representantes del Consejo del Geoparque, mientras que en el patio de butacas aplaudían diputados y diputadas de uno y otro color.

La presidenta de la Diputación agradeció el trabajo de todas y cada una de las personas y entidades que han creído en este proyecto, que lo han sabido liderar, y anunció que este proyecto será trasladado a otras comarcas de la provincia para poner en marcha otros sueños. «Este es un modelo por su metodología, su participación, su sensibilización, y debemos hacerlo en otras comarcas». Agradeció a los municipios, entidades locales y pedanías haber trabajado sin localismos y pensando solo en comarca, lo que contribuye, continuó Cordero, a fijar la población en el territorio, una de los principales objetivos de la propia presidenta de la Diputación.

En este sentido, la consejera de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura, Begoña García Bernal, pidió seguir trabajando pero haciendo un esfuerzo mayor por incorporar a la mujer en órganos de decisión, «porque sin ellas, sin las mujeres, no lograremos nunca fijar la población en el territorio». Un llamamiento que extendió de forma muy especial, por encontrarse en el lugar y en el acto que se encontraba, a los Grupos de Acción Local.

En su intervención, el representante de la Universidad de Extremadura, José María Corrales, recordó cómo «hace unos siete años, una jovencísima e inquieta diputada, hoy presidenta de la Diputación, se reunión con el rector y le planteó la necesidad y casi obligación de que la universidad se sumara a un proyecto que estaban poniendo en marcha. Cuando el rector escuchó la palabra geoparque puso una cara rara, pero Charo Cordero le convenció y desde entonces la universidad es parte de este proyecto».

El acto terminó con el saludo y la felicitación a través de vídeo de otros geoparques mundiales, y con un grupo de niños y niñas mostrando unas camisetas en las que se podía leer: «La historia de la tierra continúa»

Sin duda, a lo largo de este encuentro se pudo de manifiesto la importancia de resaltar el Geoparque como herramienta de desarrollo sostenible. Cerca de cien empresas asociadas en Geovilluercas son las responsables de ofrecer los servicios turísticos de acompañamiento e interpretación, alojamiento y restauración que este espacio necesita. De hecho, se promueve que las visitas sean guiadas, acompañadas por empresas que están formadas para explicar a cualquier nivel el patrimonio geológico, natural y cultural y conducir en vehículos especializados a los visitantes hasta los puntos de mayor interés del Geoparque. Geovilluercas es una asociación especializada cuya relación con el ecoturismo en España es muy activa.

Además, el Geoparque se vive de manera especial en la comunidad educativa. Todos los centros educativos, reconocidos como Geocentros disponen de material didáctico y libros de Conocimiento del Medio del Geoparque. Los profesores participan construyendo el libro de actividades, desarrollando talleres y motivando para la participación en la Geoconvivencia escolar, un día especial de celebración del Geoparque que se celebra a finales de mayo.

En este sentido, el Geoparque cuenta con un Comité Educativo y Científico con el apoyo de la Universidad de Extremadura y otras instituciones científicas y educativas. El Comité aporta la solidez científica necesaria para redactar el guión que empresas, centros de información y publicaciones emplean para contar la Historia de la Tierra.

Las administraciones financian y gestionan los medios necesarios para la mejora de los recursos. Son de destacar algunos trabajos recientes como el Plan de Marketing, el Plan de Conservación del Patrimonio Geológico o el Plan Director para la Mejora de los Accesos a los Geosítios.

Barrera, ha hecho hincapié también en la labor del Grupo de Acción Local APRODERVI y de los ayuntamientos. «Es reseñable el trabajo denodado de los pueblos del Geoparque y el apoyo del Grupo de Acción Local, dinamizando la creación de empresas y la realización de actividades para la sociedad local».

Todo este trabajo ha hecho que el Geoparque extremeño se sume a los 120 geoparques reconocidos por al UNESCO en todo el mundo. Y con el Geoparque Mundial UNESCO, Extremadura cuenta con cinco sitios UNESCO: la Ciudad Monumental de Cáceres (1986); el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, (1993), el Conjunto Arqueológico de Mérida (1993), pertenecientes las tres al programa de Patrimonio Mundial y la Reserva de la Biosfera de Monfragüe (2003).

¿Cómo es el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara?

Un geoparque es un territorio de una superficie demarcada que se caracteriza por un patrimonio geológico de valor reconocido y sobre el que se aplica una estrategia de conservación, de educación y de desarrollo sostenible. Además, debe servir para desarrollar investigaciones científicas que descubran, analicen y preserven el patrimonio geológico y la geodiversidad. El objetivo final de un geoparque es crear un modelo de cooperación y valorización social de su territorio.

El Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara fue declarado geoparque el 17 de septiembre de 2011, entrando a formar parte de la Red Europea de Geoparques (EGN) y de la Red Mundial de Geoparques (GGN). Situado al sureste de la provincia de Cáceres, tiene una superficie de 2.544 km² que comprende 19 municipios con una población de 14.500 habitantes.

El origen de su singular geología se encuentra en un mar de más de 600 millones de años. Los sedimentos depositados en aquella época se transformaron en rocas que, plegadas durante la Orogenia Hercínica (hace entre 370 y 300 millones de años), emergieron del fondo marino y formaron una elevada cordillera, que se ha visto sometida a largos procesos erosivos desde su formación. Así, con el transcurrir del tiempo, se ha configurado una peculiar geomorfología caracterizada por una sucesión de sierras y valles paralelos en función de como la erosión ha actuado sobre rocas de distinta dureza y consistencia. Sinclinales, anticlinales, riscos, desfiladeros, fallas, pliegues y otros elementos forman parte de la gran riqueza geológica del Geoparque.

En las rocas del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara se nos muestra además uno de los principales eventos en la evolución de la vida: el origen y posterior radiación de los primeros animales. Es el único geoparque en el Mundo con fósiles de Cloudina, uno de los primeros animales capaces de generar un exoesqueleto mineralizado (una concha), precursores de la gran radiación biótica que se produjo algo más tarde, en el periodo Cámbrico, cuyas evidencias también encontramos en forma de numerosos fósiles que nos ofrecen una visión de la riqueza de aquellos primitivos mares (icnofósiles como Cruziana y Daedalus y fósiles de trilobites, braquiópodos, bivalvos, gasterópodos, cefalópodos, etc.).

En el Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara se han descrito 45 lugares de especial interés geológico, denominados ‘geosítios’. Estos geosítios incluyen lugares propiamente geológicos (como fallas, valles fluviales, yacimientos paleontológicos, plegamientos, etc.), pero también lugares que reflejan como los humanos hemos aprovechado esos recursos que la Tierra nos ofrece, como minas y caleras. Muchos de los geosítios incluyen también refugios o abrigos con pinturas rupestres esquemáticas, castros vetones, castillos árabes, viejos molinos y otras evidencias de que este rico territorio ha sido habitado por el ser humano desde la antigüedad. No hay que olvidarse de un geosítio de enorme interés: la cueva kárstica de Castañar de Ibor, declarada Monumento Natural, que presenta impresionantes formaciones de cristales de aragonito.

Otro de los activos del Geoparque Mundial UNESCO Villuercas-Ibores-Jara es la riqueza de su patrimonio natural, que comprende siete Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) y ocho lugares de importancia comunitaria reconocidos en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea.

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