ALUCOD ha recibido una subvención, que se publica en el DOE, para sufragar los costes del Programa Psicoeducativo para Familiares de Drogodependientes. Este programa se ha diseñado para utilizarse en un contexto de tratamiento terapéutico de personas con problemas de adicción que, además, padecen un trastorno psiquiátrico o enfermedad mental, situación denominada patología dual.
El objetivo del programa es dotar a las familias de drogodependientes de recursos, habilidades y capacidades suficientes para ser una parte activa en el proceso de recuperación de la persona adicta, así como minimizar el impacto de la adicción y enfermedad mental en el funcionamiento familiar.
Los destinatarios del programa son, tanto la persona adicta y los familiares o personas que forman su núcleo de convivencia habitual, como los profesionales que realizan el tratamiento, pues recoge especificaciones y material de ayuda en una Guía para el terapeuta.
El programa se estructura en cuatro módulos y consta de 28 sesiones que abarcan, desde la información sobre adicción y patología psiquiátrica, hasta habilidades destinadas a la reestructuración cognitiva (pensamiento), manejo de emociones (sentimiento), y modificación de conducta (actuación); técnicas sobre comunicación, planificación y resolución de problemas. En el programa se incorpora la perspectiva de género, ya que éste influye en la génesis, el mantenimiento y la superación de la adicción, evidenciándose diferencias entre hombres y mujeres en los tres procesos, lo que implica la necesidad de incorporar aspectos diferenciales en el tratamiento de la drogodependencia, incluyendo el trabajo con las familias de la persona adicta.
Los resultados obtenidos en ALUCOD, tras la implantación del programa en los últimos años, muestran una influencia claramente positiva en la recuperación del drogodependiente actuando en la prevención de recaídas, tanto del consumo como de la enfermedad mental, favoreciendo la abstinencia en el entorno familiar. En cuanto a resultados en el funcionamiento de las familias, éstas han alcanzado una mayor comunicación entre sus miembros, nuevas habilidades en la resolución de conflictos y un clima familiar con menos criticismo y hostilidad.
