Queridos extremeños y queridas extremeñas, gracias por dejarme, de nuevo, entrar en vuestras casas y asomarme a vuestras ventanas.
Sigo compartiendo con la gente las cosas que son sus prioridades en la vida: el derecho a un empleo digno, la lucha contra la precariedad laboral, el derecho a una vivienda donde poder desarrollar un proyecto de vida, la lucha contra cualquier forma de pobreza, unos servicios públicos al servicio de los ciudadanos, con una escuela que no sea solo transmisora de conocimientos sino que propicie la conciencia crítica y, por tanto, el desarrollo de aquellos valores que nos hacen necesariamente mejores, una sanidad pública que esté siendo capaz de hacer cada año un nuevo récord de trasplantes de órganos, en cuyas listas no se está en función de las cuentas corrientes sino de las necesidades. En definitiva, unos servicios que, de verdad, consigan la igualdad de oportunidades
Quiero hacer una apelación a la concordia entre generaciones. Quiero hacer una apelación a lo que representa la caja única de la Seguridad Social. Quiero hacer una apelación a todo lo que significa que generaciones, ahora, con su esfuerzo y su trabajo, consigan que se paguen las pensiones a aquellos que tanto se lo merecen porque tanto lucharon, también, por su país y por su tierra.
Quiero hacer una apelación a la solidaridad. La caridad está muy bien, pero los derechos de la ciudadanía no pueden depender de la buena voluntad, tienen que depender de los presupuestos públicos. Hago una apelación muy especial, en estos tiempos, a la unidad, queridos amigos y queridas amigas.
Vamos a entrar en un tiempo de discusión entre las Comunidades Autónomas sobre la financiación autonómica. Ello hará aflorar tensiones territoriales, no tengo ninguna duda. Por eso es necesario que los extremeños y las extremeñas, que podamos pensar de una manera o de otra, ser de ciudad o de pueblo, del norte o del sur, del este o el oeste, seamos capaces de estar unidos en torno a un proyecto que es el interés general de Extremadura.
Y lo hago desde aquí, desde esta Casa Municipal, desde esta Casa de la Música de Campanario, donde cada día la cultura llega a la vida de los ciudadanos y de las ciudadanas. La cultura es la palanca que de verdad transforma a los pueblos. La cultura es aquella que consigue que de verdad podamos ser más libres. Por eso me siento tan agradecido a este grupo de chicos y de chicas que nos demuestran todo eso que cada día se hace, se construye y se prepara en nuestra querida Extremadura.
Quiero saludar especialmente a todos esos hogares en los que a lo largo de estas Navidades habrá sillas vacías. Mi recuerdo muy especial para todos ellos y para todas ellas.
Y para ustedes, desearles un año 2016 en el que los extremeños podamos escribir nuestra propia historia.
Muchas gracias.
