Les trae al pairo el autor de ‘El Amor Brujo’, que residiera allí a partir de febrero de 1933 debido a su mal estado de salud, la historia que nada tiene que ver con ellos y, mucho menos, el qué dirán. La acomplejada derecha es su mejor baza.
Y es que no han dejado piedra sobre piedra. La han derribado por la cara. Y el Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca han hecho mutis por el foro. Son gobiernos de izquierda a la vieja usanza, con sus siglas socialistas y econacionalistas por bandera.
De la casa de Manuel de Falla en Palma, en el número 43 de la calle Rector Vives, en Génova, -el mismo barrio donde vivió el genial Camilo José Cela, quien para los mallorquines ha pasado sin pena ni gloria-, no queda ya ni rastro.
La entidad conservacionista ARCA ha expresado su «rabia, impotencia» y su «desencanto»:
«Quien gobierna Palma y quien gobierna el Consell no han querido entender la trascendencia de este elemento singular, una casa preciosa, con valores paisajísticos, culturales e históricos».
El alcalde de Palma, José Hila, «ni siquiera se ha molestado en contestar ninguno» de los escritos remitidos por ARCA, subraya esta entidad:
«Su gobierno podría haber demostrado una voluntad de proteger un patrimonio único; lo que han demostrado, como mínimo, es indiferencia o más bien desprecio».