Los gallegos rechazan también de forma mayoritaria los comportamientos políticos que se basan en el insulto, la calumnia o la falta de argumentos
Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia y candidato del PP a revalidar por tercera vez la mayoría absoluta en las elecciones del 25 de septiembre de 2016, hace un alto en el camino para atender a Periodista Digital y valorar lo que está siendo la campaña electoral, sus proyectos para los ciudadanos gallegos y cómo ve al resto de formaciones políticas que concurren a las urnas.
Pregunta: En todas las entrevistas que hemos leído casi nunca se le pregunta por su programa político. Así que díganos qué reto tiene si gana la mayoría absoluta. ¿Cuál cree que es el reto principal que afrontará Galicia en su próximo mandato si gana?
Me presento a estas elecciones porque creo que quedan cosas por hacer y no me conformo con lo que, entre todos, hemos conseguido. Es verdad que Galicia lleva reduciendo el paro en los últimos 34 meses, pero debemos seguir haciéndolo y mejorando también las condiciones laborales. Es verdad que hemos hecho la mayor rebaja fiscal de la historia de la Autonomía, pero queremos hacerlo más si tenemos margen para ello.
Es verdad que ya somos la comunidad que más apoyos da a la infancia, pero nos proponemos hacerlo más. Es verdad que hemos sido de las pocas autonomías capaces de mejorar los servicios públicos en los últimos años pero queremos hacerlo con mayor intensidad. Es verdad que batimos récords de exportaciones pero aspiramos a internacionalizar todavía más nuestra economía. Lo hemos dado todo a pesar de las circunstancias difíciles de los últimos años, pero queremos dar más ahora que esas circunstancias están mejorando.
¿Le ayudan que las encuestas ya le den por ganador por mayoría absoluta?
La única encuesta válida es la del domingo 25-S electoral porque hasta ese momento nada está ganado y nada está perdido para nosotros. Las que hemos ido conociendo estas últimas semanas demuestran que lograr una mayoría suficiente para gobernar es un reto difícil pero no imposible. Y, por eso, no nos cansaremos de repetir que la gran mayoría de gallegos que se mueven en la moderación deben participar el domingo electoral apoyando la única opción posible para que Galicia siga siendo la excepción de estabilidad, de responsabilidad y de inconformismo que ya es hoy en España.
¿Hasta qué punto cree que la paralización en las que se encuentran Santiago, Coruña y Ferrol por culpa de los ayuntamientos de En Marea influirá el 25-S?
Desde luego, en muchas de ellas los vecinos ya conocen las consecuencias de sus gobiernos. Ya sufren la división y la parálisis. Ya se han dado cuenta de que una cosa es saber hablar con más o menos acierto en las redes sociales y otra muy distinta saber gobernar.
Hablemos de Ciudadanos. Usted ha dicho que no cree que saque un escaño. ¿Peligra su mayoría absoluta sin el escaño de Ciudadanos?
Las opciones de gobierno en Galicia son las que son y, por eso, creo que no conviene engañar a los ciudadanos. Yo, a esos posibles votantes de Ciudadanos, que prefieren un gobierno presidido por mí antes que uno del multipartito, les ofrezco un pacto seguro, sin sorpresas, sin carambolas matemáticas, que es pactar antes de las urnas y que se sumen a nuestro proyecto porque ahí se defienden muchos de sus intereses y objetivos. No creo que ningún posible votante de Ciudadanos en Galicia se sienta perjudicado en sus intereses si apoya mi candidatura. Sin embargo, sí existe el riesgo para esos posibles votantes de que indirectamente, sin quererlo, su voto a Ciudadanos beneficie justamente a lo contrario de lo que quieren: un multipartito con Podemos-marea.
¿Campaña en gallego o castellano? En 2009 el conflicto lingüístico ocupó un lugar central en el debate electoral. No parece ser así en esta campaña. ¿Qué ha pasado?
Pues es así porque en los últimos años hemos consolidado en la vida política el mismo modelo que la gente practica con normalidad en el día a día, y es la libertad y la cordialidad. La mayoría de los gallegos ve el idioma como una riqueza y no como un problema. La mayoría está con el acuerdo y no busca la división. La mayoría practica el gallego o el castellano con el orgullo de tener dos lenguas y no con una actitud victimista. La mayoría defiende el idioma propio sin necesidad de enfrentarlo con ningún otro. Esa es la postura de la mayoría y esa es la postura del Gobierno. No debemos buscar polémicas donde no las hay.
Esta campaña se decidirá –y usted no se cansa de repetirlo– en los ‘restos’. ¿Dónde tiene que pelear hoy el voto el PP en Galicia? ¿Qué provincia le preocupa más?
Estamos trabajando en todas por igual porque lo que hemos hecho desde los últimos meses es desarrollar junto con los ciudadanos un programa de propuestas para preparar la Galicia de la década del 2020. Esa hoja de ruta no distingue a gallegos del interior o del litoral, del ámbito rural o del ámbito urbano. Está pensada por todos y para todos y, por eso, aspiramos a que sea respaldada de forma mayoritaria por el conjunto de Galicia.
Luis Villares, candidato de En Marea, le ha llamado de todo: cobarde, escapista forestal, lura (calamar) botando tinta negra, vendedor de preferentes, bacteria tóxica… ¿Le sorprende el tono bronco de una persona que hasta ayer era un respetable juez?
Si la campaña de los demás es Feijóo, Feijóo, Feijóo, e insultar cuando sus líos internos les dejan tiempo, es cuestión de los demás partidos. La oposición multipartita puede hacer entre sí una competición de insultos si quiere, pero a mí eso no me preocupa. A lo que me he dedicado los últimos ocho años y a lo que me quiero dedicar en los próximos cuatro es a Galicia, Galicia y Galicia.
¿Por qué cree que Galicia es una de las más refractarias comunidades a los eslóganes de Podemos?
Galicia siempre se ha movido en la moderación, con carácter general. Y, por eso, los gallegos rechazan también de forma mayoritaria los comportamientos políticos que se basan en el insulto, la calumnia o la falta de argumentos porque esas actitudes degradan la política.
