Halloween parece ser un buen momento para conocer una de las más recientes creaciones de la Organización de Investigación Científica e Industrial (CSIRO) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT): la Máquina de Pesadillas.
Las fobias o los miedos más usuales muchas veces están asociados a animales, personajes o situaciones. No obstante, más allá de ello, hay una gama de estímulos racionales o irracionales que se ponen de manifiesto en los mecanismos de miedo. La meta del CSIRO y el MIT es descubrir qué unifica a las personas en el desarrollo de sus terrores.
La rana René, transformada por la Máquina de Pesadillas.
La Máquina de Pesadillas, desarrollada por Data61 (grupo de innovación digital y de datos en Australia) y los equipos Media lab de MIT, usa inteligencia artificial para generar imágenes tenebrosas diseñadas especialmente para espantar, afirma CSIRO en una reciente publicación en su blog.
Una de las características de la raza humana es su voluntad de vivir y su instinto de conservación. Es por ello que nuestro cerebro está diseñado para informar sobre peligros potenciales a través de ese viejo instinto llamado miedo.
La creación de MIT se basa en dos algoritmos de aprendizaje profundo que transforman lo que la mayoría de personas consideraría imágenes placenteras en escenas de espanto, sangrientas o infernales.
El proceso de transformación del Coliseo Romano en una escena sangrienta, según la Máquina de Pesadillas.
Al ser una plataforma con base en la inteligencia artificial, va refinando sus procesos en la medida en que va aprendiendo más. Así, la Máquina de Pesadillas ya ha recolectado a través de su plataforma online la información de más de 200.000 individuos, quienes pueden participar en un sencillo test calificando como tenebrosas o no las imágenes que se les muestran y que han sido generadas por la inteligencia artificial. CSIRO anima a todo el mundo a participar del proceso a través de este enlace. Cada click genera más data fresca para el algoritmo, que va entendiendo mejor qué elementos en común se advierten en las imágenes que en consenso son consideradas como aterradoras.
Además del entendimiento de procesos emocionales, las aplicaciones de la inteligencia artificial en mejorar la calidad de vida se preven auspiciosas: a partir de diciembre, el Centro de Enfermedades No Diagnosticadas y Raras del Hospital Universitario de Marburgo comenzará a utilizar el sistema Watson de IBM para acelerar sus diagnósticos.Watson es una plataforma tecnológica de inteligencia artificial que mediante el procesamiento del lenguaje y el aprendizaje automático para ordenar grandes cantidades de datos no estructurados, puede revelar el diagnóstico de un paciente con un mal extraño en cuestión de segundos, tarea que a un equipo de médicos le tomaría semanas o meses, valiosos para la vida del paciente. Los diagnósticos veloces de Watson servirán en el peor de los casos para descartar enfermedades.