Así funciona el implante de cerebro que hace que monos paralíticos vuelvan a caminar

Un grupo de científicos desarrolló un set de implantes inalámbricos de cerebro y médula espinal que ayudaron a macacos rhesus con médulas dañadas a recuperar el control de sus extremidades paralizadas y volver a caminar. El dispositivo, descrito en Nature, es el primero en la historia que da la posibilidad a un primate paralítico de recobrar capacidades perdidas a tal nivel.

David Borton, neuroingeniero de la Universidad Brown y autor del trabajo, dijo que “tomamos las señales cerebrales y las regresamos al sistema nervioso al nivel de la médula espinal para retomar el movimiento”, algo que no se hizo nunca antes. El logro es el último en una serie de los rápidos avances en el campo de las neuroprostéticas, con bioingenieros y neurocientíficos usando pequeños implantes para decodificar señales del cerebro y retransmitirlos hacia otras partes del cuerpo.


(Nature)

 

Más temprano este año, investigadores de la Universidad de Pittsburgh demostraron que se podía implantar un electrodo más pequeño que un grano de arena al cerebro de un paralítico para permitirle experimentar el sentido del tacto con un brazo robótico controlado por la mente. Otro proyecto le devolvió a un tetrapléjico el control de ciertos movimientos musculares mediante un implante cerebral y una manga electrónica.

Ninguno de estos estudios, sin embargo, empleó un dispositivo inalámbrico —algo esencial si se espera ayudar a humanos a caminar otra vez— de acuerdo al coautor Grégoire Courtine, neurocientífico del Instituto Federal Suizo de Tecnología. La mitad del actual dispositivo es un pequeño electrodo, no más grande que la punta del dedo meñique, que fue insertado en el centro motor del cerebro de cada mono. El electrodo cogió señales relacionados al movimiento de las piernas y emitió los patrones a una computadora cercana que interpretó lo que estos significaban. Cada uno de estos pasos es un hito científico: el implante pudo reconocer señales a través del cerebro a nivel neural; el implante fue capaz de comunicarse sin cables con una computadora fuera del cuerpo; y la computadora uso un software que entendía el significado de cada señal eléctrica: parar, avanzar, doblar la rodilla, plantar el piel, etc.

 

La interpretación recayó sobre la señal de un segundo implante ubicado en la médula del mono, bajo el lugar de la lesión. Antes del implante, esta parte del sistema nervioso estaba separada del cerebro y los circuitos inoperantes —los monos no podían mover una de sus patas.

No obstante los resultados exitosos, el movimiento de los monos no fue perfectamente normal, y aun falta mucho para que la tecnología se implemente en la gente. Y además es improbable que una vez disponible ayude a restaurar completamente habilidades perdidas: la meta inicial es mejorar la rehabilitación reforzando los circuitos neurales en ambos lados de la lesión.

El experimento fue hecho a dos macacos Rhesus con una de sus piernas paralizadas por una cirugía paralizó parcialmente sus médulas. Un método controversial, pero necesario si se quiere ayudar a alguna vez a humanos en este campo. Los médicos prefirieron no especular en cuánto tiempo este método podrá ayudar a los humanos a caminar de nuevo, pero creen que se lo hecho es un gigantesco paso hacia ello y que van en el camino correcto.

 

Daniel Meza

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