Un liderazgo «partido» que puede causar las crisis que soporta la formación en varias de sus federaciones
La crisis interna que sufre Podemos desde hace unos meses ha comenzado a visibilizarse más durante las últimas semanas, pese a los intentos de los dirigentes de la formación por acallarla.
Si las discrepancias por el liderazgo del partido en Madrid abrieron la brecha, ahora ha sido la dirigente andaluza, Teresa Rodríguez, quien la ha intensificado. La coordinadora general de Podemos Andalucía dio un paso más este martes y notificó a la dirección general que su partido es «autónomo y se federaliza» respecto a la organización estatal.
Como subraya Elena Calvo en ‘ABC‘ este 17 de noviembre de 2016, una crisis más para la formación de Pablo Iglesias, que es la última de una lista cada vez más extensa.
Precisamente fue el secretario general del partido, Pablo Iglesias, quien mostró las discrepancias internas en la formación al conocer las candidaturas que se presentaban para liderar la federación madrileña.
Una vez conocida la candidatura liderada por Rita Maestre y Tania Sánchez el pasado mes de septiembre, Iglesias no dudó en asegurar su convencimiento de que se presentarían «mejores propuestas políticas», días antes de que Ramón Espinar, persona de confianza del secretario general, optara también a ese liderazgo, que finalmente ha conseguido.
Sin embargo, ha habido más polémicas que ponen de manifiesto las discrepancias que están surgiendo en la formación. En Baleares, en concreto, la tensión ha llegado hasta el punto de que Podemos abrió un expediente disciplinario contra tres de sus miembros: la presidenta del Parlamento regional, Xelo Huertas, el secretario de Acción Institucional en Baleares, Daniel Bachiller y la diputada autonómica Montserrat Seijas.
Precisamente esta última aseguró este martes que el partido estaba llevando a cabo prácticas «estalinistas» y una «caza de brujas».
También en las Islas Canarias ha habido discrepancias que han derivado en crisis. A principios de noviembre, la secretaria general de Podemos en Tenerife, María Coll Álvarez, y otros trece miembros de la formación presentaron su dimisión por discrepancias con el partido a nivel autonómico.
Entre otros motivos, los discrepantes con la organización de Podemos en canarias tacharon el estilo de esta formación de «autoritario y arbitrario».
En Galicia, la formación morada también se ha visto envuelta en polémicas relacionadas con su gestión.
El pasado mes de julio, Xuntos Podemos, una de las corrientes del partido en la comunidad autónoma, denunció «coacciones» llevadas a cabo, tanto por la dirección estatal como por En Marea, en el proceso de primarias que se llevó a cabo.
Aunque la «independencia» de los andaluces no ha provocado división de opiniones en la dirección del partido, otros procesos sí han señalado las diferencias y luchas por liderar la formación.
Pablo Iglesias e Íñigo Errejón serían los que se disputan este liderazgo, algo que se vio acentuado en el proceso por elegir la dirección de Podemos Madrid. Cuando el secretario Político del partido comenzó a apoyar la candidatura que lideraban Maestre y Sánchez, Iglesias decidió apartar a esta última de la portavocía de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados.
Además, las diferencias entre los estilos que cada uno de ellos quiere para la formación se han hecho más visibles durante los últimos meses, hasta el punto de que el intercambio de mensajes llegó a hacerse ya no solo en privado, sino a través de las redes sociales.
Un liderazgo «partido» que puede causar las crisis que soporta la formación en varias de sus federaciones.