El chulo de turno no se suelta la melena, pero sí hace lo propio con una serie de advertencias que vienen a decir que quien se mete con el ISIS acabará trasquilado.
Es la nueva entrega del autodenominado Estado Islámico, a quien parece que no le hace mucho efecto la purga en esos lares de la coalición internacional y sus aliados.
El melenudo militante del ISIS, que ha capturado a un desesperado soldado sirio, se lo lleva al campo y, tras tirarlo por el suelo, le suelta una aterradora ráfaga de metralleta que lo deja literalmente hecho polvo.
No contento con la faena, le clava la bayoneta en el pecho antes de largarse.