El tesorero de Artur Mas recaudó el 3% hasta tres días antes del registro de Convergència
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Por primera vez ante un juez, un empresario ha señalado a Artur Mas como uno de los implicados en la trama del 3%, en la que CiU recibía donaciones a cambio de contratos públicos concedidos desde la Generalitat (Los independentistas de Cataluña, el referéndum y las reglas del tabaco).
Según publica este 25 de febrero de 2017 el diario El Mundo, la declaración de este empresario, y uno de los principales donantes de CiU, se ha realizado en secreto (Una grabación interceptada a Jordi Pujol liquida políticamente a los independentistas Artur Mas y Carles Puigdemont ).
Y en ella ha descrito la primera reunión que tuvo para tratar el asunto de los contratos públicos con Artur Mas, entonces líder de CiU (Los independentistas, a leches entre ellos: Tardá se pone macarra en Twitter y amenaza a los de la CUP).
A la reunión también asistió Germà Gordó, la persona de confianza de Artur Mas y el enlace entre entre el partido y los empresarios donantes.
El empresario ha asegurado al juez que Gordó llegó a recriminarle en una ocasión que no estaba aportando todo el dinero.
«Tú no me obedes»..
Este testigo ha precisado que solo vio a Artur Mas en aquella primera reunión, ya que el resto de contactos se produjeron con Gordó.
HASTA EL ULTIMO SUSPIRO
CDC, el partido de Artur Mas, estuvo negociando donaciones a cambio de adjudicaciones en obra pública por lo menos tres días antes del registro en el despacho de su tesorero, Andreu Viloca, persona considerada por los investigadores como «mediador-conseguidor», el pasado 28 de agosto de 2015.
Así se desprende de varios informes elaborados para el juez del Vendrell, Josep Bosch, por la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción en la causa que se investiga la financiación ilegal de Convergencia a través de «sobornos» disfrazados como donaciones a cambio de amaños en adjudicaciones de obra pública.
Para los investigadores es una clara muestra de que el partido de Artur Mas habría estado «sobornando» a empresarios para financiar a su partido con el pago de donaciones a cambio de adjudicarles obra pública hasta que fueron ‘pillados’.
Se trataría, por tanto, de la actual financiación ilegal del partido que en su día dirigía Jordi Pujol y que luego asumió Artur Mas.