Nos ha ahorrado el trago amargo de ver como esos facinerosos pasaban una temporada en la cárcel y salían a la calle, como ha ocurrido con la inmensa mayoría de los islamistas condenados por la masacre del 11M
Un tipo con las pelotas bien puetas. Y al que tenemos que estar eternamente agradecidos, porque evitó con su coraje decenas de muertos y nos ha ahorrado, en el mejor de los casos, el trago amargo de ver como esos facinerosos pasaban una temporada en la cárcel y salían a la calle, como ha ocurrido con la inmensa mayoría de los islamistas condenados por la masacre del 11M.
Un solo agente de la policía autonómica acribilló a tiros a cuatro de los terroristas islámicos, que intentaban reeditar en la madrugada de este 18 de agosto de 2017, la carnicería que un compinche -que iba también en el coche con ellos- había ejecutado diez horas antes en La Rambla de Barcelona.
Los fanáticos musulmanes, que empezaron embistiendo a toda velocidad contra los turistas, acababan de volcar con el coche en el que circulaban en la rotonda del Club Nàutic de Cambrils.
Era un Audi A3, con cinco terroristas a bordo, y al conductor se le fue el pie en la confluencia del Passeig Miramar, el Passeig Marítim y la Rambla de Jaume I, en la zona del Puerto de Cambrils, haciendo un trompó y quedando panza arriba tras atropellar a diversos transeúntes.
Fue justo después de embestiar a un coche policial que les cerraba el paso, lo que provocó heridas a una agente en una pierna y en la cabeza.
Del Audi volcado bajaron cinco terroristas islámicos, armados con armas blancas como cuchillos, machetes y hachas, y se dirigieron hacia un agente de los mossos.
El policía, sin pestañear, echo mano de su pistola Walther P99, la montó en un segundo, apuntó y cosió a balazos a cuatro de ellos alli mismo. La P99 es una pistola semiautomática, diseñada por la compañía alemana Carl Walther GmbH Sportwaffen, que puede llevar hasta 16 balas en el cargador.
Se da la circunstancia de que a escasos 50 metros de esa rotonda se halla el Hotel Mónica, donde Mohamed Atta pasó una noche en agosto del 2001 para preparar el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, tras pernoctar también una noche en una pensión de la vecina localidad de Salou.
Un quinto terrorista marchó corriendo hacia Salou empuñando un cuchillo y fue interceptado por agentes de paisano de los Mossos, que dispararon intimidatoriamente hasta que, al comprobar que ni tiraba el arma ni se entregaba, le abatieron como un perro sobre el paso cebra, como se observa en el vídeo grabado por un vecino de Cambrils.
Además de otra agente de los mossos herida, los terroristas atropellaron o agredieron a seis transeúntes, uno de los cuales, una mujer cuya identidad no ha sido facilitada, ha fallecido en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.