La contestación en 2016 fue que no tenía antecedentes

La Policía belga advirtió a los Mossos de la peligrosidad del iman de Ripoll y estos no hicieron nada

Un clérigo local alertó a las autoridades sobre el extraño comportamiento de Abdelbaki es Satty

La Policía belga advirtió a los Mossos de la peligrosidad del iman de Ripoll y estos no hicieron nada
Abdelbaki es Satty, el iman de Ripoll y las bombonas destinadas a atentados islamistas. PD

En decir, casi un año y medio antes de los atentados, ese municipio belga ya alertó de la posible peligrosidad de este imam a la policía autonómica catalana

La policía local del pequeño municipio flamenco de Vilvoorde (Bélgica) contactó en marzo de 2016 con los Mossos d’Esquadra para conocer si la policía de la Generalitat tenía en sus archivos datos sobre Albdelbaki es Satty, el imam asesino que ejerció en Ripoll (Gerona) y considerado por los investigadores como el líder de la célula yihadista autora de los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) (El imán de Ripoll organizó en la mezquita la célula de terroristas islámicos).

En concreto, la comunicación a los Mossos d’Esquadra la realizaron agentes de la policía de esa localidad situada a 12 kilómetros de Bruselas en la que Abdelbaki es Satty residió durante tres meses, a principios de 2016, y donde trató de conseguir trabajo en uno de los oratorios locales.

La policía municipal consideró sospechosas sus actividades y envió su consulta de información a la policía de la Generalitat por escrito. La respuesta fue remitida de nuevo hacia Vilvoorde el 8 de marzo de 2016.

En su contestación, los agentes de la policía autonómica explicaron que no tenían datos o indicios sobre la radicalización del imam. Notificaron que su apellido aparecía vinculado con la operación Chacal, pero que no se trataba del mismo individuo. La respuesta fue elaborada por el Área Central de Análisis de los responsables antiterroristas de los Mossos. En concreto, la firmó D. C., según fuentes de la lucha antiterrorista.

En decir, casi un año y medio antes de los atentados, ese municipio belga ya alertó de la posible peligrosidad de este imam a la policía autonómica catalana.

El delito ‘no grave’ del imam de Ripoll: 120 kilos de droga

Entre las chapuzas de los Mossos, la ‘suavidad’ policial y las pifias judiciales, los terroristas islámicos lo tienen fácil. Antes de que los belgas volvieran a alertar sobre su potencial peligrosidad, el cerebro de los atentados de Cataluña fue expulsado de España, pero nunca llegó a abandonar el país (Un juez de Castellón impidió la expulsión de España del cerebro de los ataques ).

Abdelbaki es Satty intentaba introducir 121 kilos de hachís a través de Algeciras el 1 de enero de 2010 cuando fue sorprendido por un perro de la Guardia Civil, y detenido. Ése fue el delito de tráfico de drogas que, tres años después, no le pareció suficientemente grave al juez Pablo de la Rubia, quien revocó la decisión de la Subdelegación del Gobierno en Castellón de expulsarle por cinco años.

  • El juez Pablo de la Rubia la dejó sin efecto en 2015 al recurrir Es Satty la orden por protección de derechos internacionales. La Delegación del Gobierno denegó el recurso, pero el Juzgado de lo Contencioso número 2 de Castellón le dio amparo.
  • Abdelbaki es Satty había sido condenado a cuatro años de prisión por delitos contra la salud pública -es decir, por tráfico de drogas-, y vinculada a dicha condena fue emitida la orden de expulsión.
  • Su salida de la cárcel de Castellón I, que se produjo el 29 de abril de 2014, el ciudadano marroquí tendría que haber sido expulsado directamente del país.
  • El alcalde de Vilvoorde, Hans Bonte, afirma en una entrevista con Efe que el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty despertó recelos en la propia comunidad musulmana de la zona, que decidió expulsarle de la mezquita.

Lo de Bélgica sucedió dos años más tarde.

«El imán de la vecina localidad de Diegem vino a preguntarnos por él, al vivir en Vilvoorde. Les parecía un hombre extraño, que decía que venía de España porque allí no tenía futuro y que se autoproclamaba imán, aunque no tenía ningún papel para acreditarlo».

Lo explica Hans Bonte, alcalde de Vilvoorde y un tipo que hace unos años convirtió la lucha antiyihadista en bandera de la localidad.

Dice el alcalde que Es Satty vivió a principios de 2016 en esta pequeña población del Brabante flamenco a 12 kilómetros de Bruselas.

El imán de la población de Diegem, cercana a Vilvoorde, estaba interesado en saber si existían antecedentes policiales sobre el imán de Ripoll, ya que tenía dudas de su historial previo, al no responder además el hombre a preguntas sobre su pasado.

Bonte afirma que ni a ellos ni a las autoridades españolas contactadas -no mencionó a qué cuerpo policial se refería- les constaba entonces ninguna prueba ni vínculo directo con actos de terrorismo u otras formas de criminalidad en el caso del imán de Ripoll.

«Pese a que no había pruebas ni antecedentes, la comunidad musulmana de la zona decidió expulsarle de la mezquita, fueron los que se dirigieron directamente a la Policía y eso no siempre es así en otros lugares».

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