Igual que Camacho gritaba desaforado el ‘Iniesta de mi vida’ cuando el de Fuentealbilla (Albacete) marcaba el gol más importante de la Selección Española que suponía ganarle 1-0 a Holanda en el Mundial de Sudáfrica, en el año 2010, ahora toca gritar ‘Inesita de mi vida’.
La líder de Ciudadanos, en el salón de plenos del Parlamento de Cataluña, le ha dado un repaso mundial a los separatistas.
Después de conocerse, minutos antes de la celebración del pleno de investidura, que ya no habría votación, Roger Torrent decidió mantener la estéril sesión plenaria. El PP abandonó el hemiciclo, pero, para jaqueca del presidente de Parlamento catalán, los Ciudadanos de Inés Arrimadas se quedaron y su líder estuvo, sencillamente, inconmensurable.
Arrimadas les recordó lo obvio:
No es normal que ustedes excluyan a la mitad del pueblo de Cataluña. Aquí estamos para defender que este procés ha sido un fracaso, que no lo podemos alargar. Ustedes se creían que eran Cataluña y que Rajoy es España, y se equivocan. Ustedes pensaban que se estaban enfrentando a Rajoy y se estaban enfrentando a una democracia del SXXI
Se preguntaba con toda la razón de los hechos:
¿Adónde van? Han fracasado. Volvamos a la normalidad, a un proyecto para todos los catalanes. No piensen sólo en sus votantes. Ustedes han provocado sentimientos de miedo, indignación y vergüenza. Piensen y reflexionen para qué ha servido todo lo que han hecho. Ha llegado el momento de que digan la verdad.
Pidió cambiar esa situación en la que diputados separatistas ni siquiera son capaces de saludar a los que no comparten sus ideas:
¿Podemos cambiar ya esos sentimientos por ilusión, esperanza y convivencia?
También tildaba de irresponsabilidad el hecho de que los golpistas se hicieran selfies con las resoluciones judiciales y las mandasen a la trituradora:
¿Ustedes se creen que los ciudadanos cuando se enfrentan a un proceso judicial lo hacen con la irresponsabilidad que lo han hecho ustedes?
Y remachaba:
Espero que este sea el último pleno que se celebre en estas circunstancias de tristeza e indignación.