Existe un dicho muy popular en España que define a aquellas personas con pensamientos tontos o extravagantes que tiene ideas de bombero.
Pues seguramente el creador de la frase habría hecho verdadera fortuna con la cuadrilla de mamarrachos que llevan las riendas de los bomberos de Cataluña.
Evidentemente, toda generalización conlleva injusticias y habrá dentro del cuerpo quienes ejecuten su labor perfectamente y sin meterse en charcos innecesarios.
Pero, claro, cuando quien dirige el cotarro es un tal Juli Gendrau, de vocación golpista de pro, es como intentar apagar un incendio echando gasolina. Si ya el colectivo de los bomberos estaba radicalizado, con este elemento el fuego del separatismo se propaga por los cuatro costados.
Así que no es de extrañar que en Twitter los bomberos de Cataluña, que disfrutan de una manga ancha demasiado generosa por parte del Gobierno de España, se dedicaron a insultar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Y no fueron insultos menores, qué va.
Los ‘apaga fuegos’ del lazo amarillo acusaron a Policía Nacional y Guardia Civil de violar, asesinar, torturar, robar y traficar con armas. Lo dicho, todo muy ‘educativo’. Pero, ¿qué se puede esperar de unos tipos que su perfil es un canto a la independencia, a la república catalana y a pedir la libertad de los presos que están encarcelados por golpistas? Pedirle a estos bomberos serenidad y razocinio es como pedirle peras al olmo.
#HablandoCLARO: asesinatos, torturas, robos, corrupción, violaciones, tráfico de armas, narcotráfico, insultos, amenazas, agresiones, mentiras y manipulación. #ForaLesForcesDOcupació
— Bombers per la República (@ANC_Bombers) 10 de mayo de 2018