Hay que reírse del belén y el vídeo navideños de TV3 porque no merecen otra cosa, y mucho menos indignación. La apuesta navideña de la tele del golpe es de todo menos navideña, no atiende a los valores de estas fechas y mucho menos cumple con la función de ser una televisión pública que represente a todos los catalanes, sino que se centra en el victimismo de una minoría ruidosa y a menudo violenta, los furibundos independentistas que se sentirán reconocidos en este ‘nacimiento’ rodeado por policías antidisturbios y en el mensaje nefasto de su propuesta de felicitación de vídeo.