Una vez finalizado el proceso electoral vivido el pasado domingo, la resaca electoral nos deja una foto fija inédita en la comunidad. Un PSOE que ha conseguido ganar por primera vez unas elecciones desde hace 32 años, gracias a la disgregación del voto de la derecha, que habrá que observar como actuarán en el futuro dichos votantes en el caso de la reedición del «pacto del abrazo» entre socialistas y C,s en Castilla y León.
Igualmente, se dilucidarán decenas de gobiernos municipales que requieren de pactos electorales para formar mayorías capaces de poder investir alcaldes el próximo 15 de Junio y para ello, la formación naranja ha abierto la mano a posibles pactos con el PSOE, mediante la creación de un comité nacional de pactos, que se encargarán de visualizar, meditar y apuntalar pactos en toda España, incluyendo al partido que gritaba al unísono hace menos de un mes «con Rivera no….».
El PSOE valoró este lunes los resultados «muy positivos» tras las elecciones municipales, autonómicas y europeas de este domingo, donde se alzó con la victoria en territorios «históricamente» gobernados por el PP, como el caso de Castilla y León, donde el PSOE fue la fuerza más votada por primera vez alcanzando 35 procuradores con el 34,84 por ciento de los votos.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, apeló a la «coherencia» de Cs para impedir que el PP siga gobernando en la Comunidad, lo cual resulta poco «coherente» cuando su partido ni siquiera se ha planteado gobernar con la formación naranja de forma global en todas las administraciones, donde se acabaría con el problema de la gobernabilidad en el gobierno de España, puesto que junto al PSOE, la formación naranja dispondría de una holgada mayoría absoluta que permitiría olvidarse de pactos con Podemos, PRC, ERC, Canarios y demás siglas necesarias para poder gestionar sin ninguna complicación el gobierno.
Igualmente podrían gobernar multitud de Ayuntamientos y Diputaciones conjuntamente, pero parece ser que C,s prefiere la «geometría variable» de pactos, lo que está por ver es la reacción de sus votantes en el futuro con estos cambalaches.