Las actividades privadas de Su Majestad Juan Carlos I son uno de los pocos tabúes que le quedan a la prensa española, que tiene un extraordinario respeto por la principal autoridad del estado. El Rey desde hace muchos años no sólo se ha mantenido al margen de la batalla política, como es lógico, sino que también ha logrado no ser parte de la periodística, un logro que desde luego les encantaría alcanzar a sus colegas de media Europa.
¿Algo que también puede cambiar la “revolución blog”? Pues es posible: resulta que el Rey ha realizado un viaje privado a Rusia durante el que se ha entrevistado con el Presidente Putin. El Kremlin ha considerado la visita como un tema oficial y afirma que ambos jefes de estado “dialogaron sobre las relaciones hispano-rusas y sobre las cuestiones de actualidad en política internacional”. Es decir, temas políticos más que privados.
El tema resulta cuanto menos sorprendente, como bien señala Juan Varela en su Periodistas 21:
El Rey tiene derecho a disfrutar de su tiempo libre y sus visitas privadas. Cuando la política internacional se abre paso, la discreción y la información adecuada a los ciudadanos y el gobierno debe ser una cautela primordial. Si el Kremlin considera político el encuentro con Putin, la Casa Real debería hacer lo mismo.
Iñigo Sáenz de Ugarte también habla del tema en Guerra Eterna en Oriente Medio:
Me parece que cuando alguien, que resulta ser tan importante en las relaciones con Rusia, se entrevista con su presidente esa noticia es de interés general y debería haberse informado de ella. Aunque para que eso hubiera sido posible, la Casa Real o el Ministerio de Exteriores deberían habérselo comunicado a los medios de comunicación.
Parece un argumento cargado de razón, pero nuestros colegas en los grandes medios no deben opinar lo mismo o, al menos, no parecen disfrutar de la misma libertad que los blogueros para lanzar la noticia: en las secciones de nacional de El País, El Mundo o La Razón el viaje ruso del Rey brilla por su ausencia mientras que en ABC sólo se ofrece la típica nota que parece redactada por un empleado de la Casa Real.
Puede ser un buen aviso del que Su Majestad y su equipo harían bien en tomar nota: la blogosfera es mucho más difícil de controlar y quizá está llegando a su fin una idílica “inmunidad” que ya dura más de 30 años, y eso podría ser un acontecimiento político de primera magnitud.
