Miguel Pato (Periodista Digital)-. Si usted quiere que sus demandas cívicas alcancen un eco mucho mayor, ahora puede echar mano del servicio estrella para este año del portal alemán Ernesto.net. En esta web se ofrecen los servicios de personas que por un módico precio se prestan para convertirse en “pancarteros” de aquellas cusas para las que sean contratados.
En declaraciones a la BBC, los responsables de la página explican que
Abrimos el servicio debido a la creciente demanda que había por ellos, En general, no sabemos qué terminan haciendo los manifestantes contratados, pero naturalmente rechazamos cualquier forma de agresividad o extremismo de derecha.
Los mercenarios de la opinión suelen ser estudiantes o jubilados que encuentran una manera de ganar un dinero extra los unos y ocupar su tiempo libre los otros. Su precio ronda los 150 dólares por cada día.
Pero pesar de cobrar por sus servicios, en Erento explican que la persona contratada se reserva el derecho último de elegir si participa o no en una concentración así como que pueden rebajar su caché si consideran que la causa está muy justificada en relación a su ideología.
PERFILES
Este servicio funciona de modo muy similar al de las páginas de contactos. Cada “pancartero” cuelga un perfil con sus datos en el que puede especificar aquellas movilizaciones más acordes a su forma de ser.
Además, la propia empresa realiza una “preselección” para que el cliente-organizador de manifestaciones pueda elegir entre los candidatos mejor definidos para el objetivo de la concentración.
ATREZZO
Según cuenta BBC Mundo
Crear una manifestación de carácter algo masivo puede costar una fortuna, aunque Erento asegura que sólo durante la primera semana de enero, unos 50 clientes potenciales han consultado sobre estos servicios.
Además, en el mencionado portal se puede alquilar megáfonos, parlantes, silbatos, camiones, pancartas, en fin, todo lo necesario para complementar lo que hace una verdadera manifestación.
Los responsables de la empresa subrayan que es imposible distinguir entre un manifestante real y otro alquilado.
