(PD).- A los nuevos tiempos nuevas penitencias. Comienza la Semana Santa, y en esta estapa de austeridad y sacrificios algunos miembros de la comunidad católica deciden abandonar por unos días el consumo de carne o alcohol. Otros proponen dejar de lado algunas tecnologías, es la abstinencia digital de los ‘creyentes 2.0’.
Como recoge P. Fernández en 20Minutos, el diario argentino La República consultaba la semana pasada a algunos religiosos sobre cuáles debían ser las penitencias de esta nueva era tecnológica y la respuesta fue una sugerencia de ‘ayuno digital’.
“La Cuaresma es un tiempo para la formación del corazón, y para que este objetivo final se logre hay que actualizar la abstinencia”, dijo por el padre el padre Martín Manevy Puccio, párroco de Nuestra Señora de Fátima, en la ciudad de Corrientes. Considera este religioso que “la abstinencia debe pasar por el corazón y no por el estómago”.
Así que si eres católico y al mismo tiempo un poco tecnófilo, lo que más afectará a tu corazón es dejar de lado tus tecnologías favoritas. Y para mostrar compromiso con tus creencias qué mejor que abstenerte de chatear, utilizar menos el móvil, o navegar por la Red.
“A través de Internet las personas se llenan de cosas que pueden obstaculizar la reflexión pascual”, dice otro de los religiosos consultados por el medio argentino.
El diario 20Minutos propone una lista de asuntos, que desgranará día a día, para que los verdaderos creyentes puedan vencer la tentación.
Cada día repasará las expresiones online de los siete pecados capitales (lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia), para que puedas identificarlas y evitarlas.
Lujuria, un término con más de 1.100.000 resultados en Google y creciendo. Suele decirse que internet nació gracias al impulso de los centros universitarios, pero su crecimiento está íntimamente relacionado con el sexo y todo lo que le rodea. Pese a ello, hay investigadores que afirman que sólo el 1% de las páginas de internet son pornográficas. Si es así, no te será difícil evitarlas. Si esa es tu intención.
El caso es que la demanda lujuriosa online es alta, y motiva que las direcciones de internet relacionadas con el sexo estén entre las más caras del mundo. Vamos por partes, que el sexo tiene múltiples expresiones tecnológicas, desde los videojuegos a la exploración espacial.
llevar a cabo la penitencia digital en estas fechas deberás evitar ese antro de perdición que es la Estación Espacial Internacional, porque los pensamientos libidinosos pueden aparecer en cualquier parte, aunque algunos lo nieguen.
La mensajería instantánea es más común y más peligrosa. Es un instrumento de ligue y consulta sobre las prácticas sexuales seguras, ni abras tu messenger en estas fechas.
Ligue en los blogs, sexo en las enciclopedias
Hay internautas que prefieren navegar al sexo, la red sería en su caso más un antídoto que un problema, pero para la mayoría no es así. Algunos estudios que señalan que más de un millón de españoles visitan páginas web para conseguir relaciones sexuales esporádicas. Hasta los políticos lo tienen claro, internet sirve para ver porno, no para votar, tal y como señalaba recientemente el ex primer ministro polaco.
No le falta razón. La presencia del sexo en la web es tal que está haciendo que se tambaleen los pilares de la industria pornográfica tradicional. En Semana Santa, para practicar la abstinencia, es mejor cerrar el navegador si no quieres encontrarte con las redes sociales dedicadas al ligue, o caer en alguno de los clones pornográficos de Youtube.
¿Es todo? En absoluto. Muévete con cuidado por los blogs para evitar encontrarte con el sexo, ni se te ocurra realizar determinadas búsquedas en los almacenes de imágenes de la Red, como ‘lujuria’ en inglés, visitar las enciclopedias especializadas en el tema del roce virtual, escuchar los podcast subiditos de tono, utilizar determinados videojuegos que dan placer…
Como subraya P.Fernández en 20Minutos: «Una tarea difícil, lo sabemos, hasta en los juegos de rol online más populares lo dicen: internet es para el porno. Pero, al final, tú decides qué hacer.»
