A la SGAE le ha salido un enemigo de cuidado y se llama EXGAE

(PD).- La batalla se perfila dura. Es la vituperada SGAE contra la recien nacida EXGAE. Dos filosofías completamente opuestas: del Copyright al Copyleft, pasando por la difusión libre por Internet a los aranceles virtuales en forma de impuestos. En definitiva, dos modelos antagónicos, dos formas de entender un mismo fin: la defensa y difusión de la cultura.

Cuenta David Corral en El País que EXGAE nació a consecuencia de las convulsiones provocadas por la SGAE en distintos artistas, músicos, hosteleros e incluso personas que pertenecen al sector informático.

Sus malas experiencias con la Sociedad General de Autores les llevaron a la rebeldía. Había otra forma de defender la propiedad intelectual.

En total EXGAE está compuesta por 24 agrupaciones diferentes, dos de ellas incluso aún son socios de la SGAE, pero el tiempo y el desengaño les hizo mirar la defensa de sus derechos con otro prisma y esperar a que expire su contrato con la SGAE.

El periodo de permanencia mínimo en la Sociedad General de Autores son tres años y para darse de baja hay que solicitarla un año antes.

La nueva asociación no propone un modelo cerrado, a diferencia de la SGAE. El objetivo de esta asesoría, aseguran sus miembros, es mostrar las distintas alternativas que un artista puede disponer a la hora de registrar su obra e incluso mecanismos legales de defensa ante demandas presentadas por la SGAE.

Entre esas alternativas se encuentran: el registro de la propiedad intelectual o las licencias Creative Commons y Copyleft, que contribuyen a una libre difusión siempre y cuando se respete la autoría de la obra.

Este tipo de licencias son idóneas para un medio como Internet en el que el objetivo de los artistas es su difusión

‘La imprenta’ del siglo XX

Hasta 1449 los libros sólo tenían un camino para ser difundidos. Los monjes y frailes copistas eran los encargados de realizar las copias de los ejemplares señalados como actos, la revolución de Gutemberg fue la expansión y difusión de los libros provocada por la imprenta.

A partir de ese momento, cualquiera podía acceder a la lectura porque los costes eran cada vez menores. A su vez, la interpretación de la Biblia ya no estaba reservada a los sacerdotes.

Al igual que entonces, Internet ha causado un efecto similar: la difusión de música, libros, fotografías… se escapan a las entidades de gestión. ¿Cuál es la copia y cuál es el original? ¿Cómo se agrava con un impuesto algo que físicamente no existe?

La alternativa y la partida se juega en Internet, que es la pieza que ha roto la baraja.

El negocio de la cultura, ¿agotado?

Es difícil entender que las futuras sociedades no quieran escuchar música o leer un buen libro, por lo que es paradójico que la cultura se agote como se vacía un barril de petróleo.

El modelo que defiende EXGAE diferencia perfectamente al artista y al intermediario. Para esta asesoría el creador intelectual puede vivir de su trabajo sin necesidad de contar con una entidad de gestión. Por lo que creen que los miedos a la extinción de la cultura provienen de estas entidades que cada vez tienen más difícil sobrevivir, en buena medida por la expansión de las nuevas tecnologías que hacen al artista independiente.

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