Ramoncín prohibió la entrada a la Asamblea de la SGAE a los socios críticos con Teddy

(PD).- La SGAE excluyó de su Asamblea General, celebrada el pasado martes en Madrid, a los socios de la entidad críticos con la gestión llevada a cabo por su Junta Directiva.

El Comité Disciplinario de la entidad (del que forma parte el cantante Ramoncín) acordó sancionar a los tres autores díscolos, privándoles del derecho de asistencia a la Asamblea y del derecho a voto por un período de entre dos y cinco años.

Según revela M. Llamas en Libertaddigital, cuando uno de los expulsados le preguntó a Víctor Manuel a la entrada del acto «¿qué pasa con la democracia?», el cantante respondió llamándole «imbécil» y «gilipollas».

La Asamblea General de la SGAE 2008, que tuvo lugar en Madrid el pasado martes, no estuvo exenta de polémica e, incluso tensión. Sin embargo, tales hechos no acontecieron durante el transcurso de la reunión anual de socios celebrada por la entidad de gestión de derechos de autor, sino a la entrada del recinto.

La SGAE decidió, finalmente, negar el acceso a tres socios que han denunciado a la entidad por “apropiación indebida” e “irregularidades» en la gestión de su presidente, Teddy Bautista.

Poco días antes de la celebración de la citada Asamblea, estos autores díscolos recibieron una notificación de la SGAE en la que se les informaba de su “privación al derecho de asistencia a las Asambleas Generales”, así como al “derecho de sufragio activo y pasivo”.

El documento cuenta con la firma del cantante Ramoncín, que el pasado año anunció su marcha de la Junta Directiva. Sin embargo, ha pasado a formar parte del Comité Disciplinario de la SGAE, tal y como recoge el documento al que ha tenido acceso LD.

Pese a ello, los sancionados acudieron con un notario al acto del pasado martes, pero se les negó la entrada, en donde había dos furgones de la Policía Nacional y una manifestación de la CNT (a quien la SGAE reclama 9.000 euros por “intromisión en su derecho al honor”), de unas cincuenta personas, coreando consignas del tipo: “La SGAE censura, como en la dictadura”, y también: “Poca cultura, y mucha caradura”.

Junto a la caseta de control (del Auditorio de la ONCE en Madrid), aguardaban abogados y empleados de SGAE, junto con dos notarios, uno por parte de la entidad, y otro por parte de los tres autores expedientados.

Insultos y consignas

Al llegar estos tres autores, uno de los abogados de la SGAE les leyó en voz alta la resolución del consejo de dirección de la entidad, a instancias de su comité disciplinario (del que forma parte Ramoncín), por la cual eran expulsados de la Asamblea y se les retiraba el derecho a voto por un período de dos años, a uno de los autores, y de cinco años para los otros dos socios, de los cuales uno tiene más de ochenta de edad.

Los tres autores se mostraron disconformes con la medida y explicaron a los notarios y abogados presentes que no la encontraban conforme a derecho y ni siquiera ajustada a los propios estatutos de la SGAE.

En el momento en el que el cantante Víctor Manuel (socio de la SGAE) se disponía a entrar, Luis Cobo Manglis (uno de los sancionados) le preguntó: “¡Víctor Manuel, ¿qué pasa con la democracia?!”. A lo que el interpelado le respondió: “Imbécil, gilipollas”, ante decenas de testigos.

Uno de los autores expulsados de la Asamblea relató a LD que, entre los asuntos que quería exponer en la Asamblea, llevaba una propuesta de financiación de los derechos de autor de los festivales benéficos, que se podría realizar con el dinero que se ahorraría si la Fundación Autor de la SGAE dejase de organizar lo que él denominó “excursiones humanitarias” que, periódicamente, realizan una serie de artistas a países desfavorecidos.

“Así se participaría más eficazmente en una labor solidaria, y además este gesto podría contribuir a mejorar la imagen de la SGAE, pero lamentablemente no me han dejado pasar a exponerlo en la Asamblea. De todas formas, dudo mucho que se hubiese aceptado mi propuesta”, añade.

Sanción por «falta muy grave»

La sanción a la que ha tenido acceso este diario alude a una falta muy grave de uno de los socios, contenida en el artículo 30.5 letra d, que recoge los estatutos de la entidad.

El citado precepto reza lo siguiente: “El no abonar o impedir el cumplimiento de la sanción impuesta por la comisión de una falta de conformidad con el artículo 32 de los presentes Estatutos”. Es decir, no haber abonado una sanción previa próxima a los 3.000 euros.

Faltas

Los estatutos de la SGAE, correspondientes al año 2006, incluyen, entre otras, las siguientes faltas:

3.- Son faltas leves:
a) El trato incorrecto al personal, a los Órganos de Gobierno de SGAE o a cualquiera de los miembros de SGAE.

4.- Son faltas graves:
a) La falta del debido respeto y consideración a la Entidad o cualquiera de sus actividades.
b) La descalificación realizada contra los Órganos directivos, personal de SGAE o la propia Entidad menoscabando la consideración y el prestigio de los mismos y siempre que no se califique como muy grave.

5.- Son faltas muy graves:
a) La comisión de cualquier delito doloso contra la Entidad, su personal o cualquiera de sus miembros, así como contra sus patrimonios.
b) En particular:
b1 Las amenazas o coacciones realizadas contra la Entidad o el personal de SGAE.
b2 La agresión o maltrato físico al personal o miembros de SGAE.
b3 Las injurias o calumnias vertidas contra SGAE, su personal, sus miembros, su directiva o contra sus actividades o fines, realizadas con o sin publicidad.

Sanciones

Mientras, en el ámbito de sanciones (artículo 31) recoge lo siguiente:

1.- Por falta leve: amonestación ante la Asamblea General.

2.- Por falta grave: pena pecuniaria que irá desde los 200 € a los 6.000 €, en atención a la intencionalidad del infractor y a la gravedad del daño. Esta cantidad podrá ser revisada anualmente por la Junta Directiva, aplicando el IPC que corresponda.

3.- Por falta muy grave:
a) Suspensión de los derechos de asistencia a Asambleas Generales y sufragio, activo y pasivo, en la designación demiembros de la Junta Directiva, por un período no superior a diez años.
b) Pérdida de la condición de miembro de la Sociedad.
c) Pena pecuniaria que irá desde los 6.001 € a los 18.000 €.

Las sanciones tipificadas para este tipo de faltas muy graves se podrán imponer de forma acumulativa, sin que se pueda entender que son excluyentes unas de otras.

4.- Las sanciones pecuniarias deberán hacerse efectivas en el plazo de 10 días hábiles desde la finalización del procedimiento descrito en el artículo siguiente. En el caso de no hacerse efectivas, se procederá de oficio a detraerlas de las futuras liquidaciones que le correspondan al infractor, sin perjuicio de la posibilidad de SGAE de reclamarlas judicialmente.

El 99,7 por ciento de los socios aprueba la gestión de la SGAE

Por su parte, la SGAE informó que un 99,7 por ciento de los socios (presentes y representados) de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) expresaron en la Asamblea su respaldo a la gestión de la entidad en 2007.

En su intervención, el presidente ejecutivo de la SGAE, Eduardo Bautista, dio cuenta de las principales líneas de su gestión al frente de la entidad destacando entre otros datos un reparto de derechos de autor cercano a los 400 millones de euros (un 14 por ciento más que en el ejercicio anterior).

Bautista subrayó, además, el importante esfuerzo de la Fundación Autor, que destinó más de 14 millones de euros a actividades de formación, promoción y asistencia en 2007, o la inversión de I+D+ i (Investigación, Desarrollo e Innovación) de casi 4 millones de euros. El pasado año, la SGAE prestó excepcionalmente 28,5 millones de euros a más de 1.000 socios.

Polémica en torno al canon digital

Eduardo Bautista lamentó el agrio debate público que durante 2007 ha querido poner en duda el derecho de los autores a una «remuneración justa» por la explotación de sus obras. “Se ha querido desmontar el sistema de gestión colectiva y que los autores se quedaran sin la fuerza del colectivo”, matizó el presidente ejecutivo de la entidad. “Entre todos tenemos que defender los derechos de autor y la propiedad intelectual porque representan un pilar fundamental en el Estado moderno”, apuntó.

Recordó el compromiso cultural, “que es mucho”, que lleva a cabo la Sociedad General de Autores y Editores y el carácter «negociador que ha caracterizado siempre a la entidad en su relación con los usuarios del repertorio».

Por último, Bautista insistió en que lo que da sentido a la industria cultural es «la calidad de las obras artísticas». También lamentó la crisis del cine que vive España, ya que en los últimos dos años ha perdido 12 millones de espectadores. “El cine sufre ahora lo que ha venido padeciendo la música”, concluyó.

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