(PD).- Un nuevo estudio publicado en el ‘International Journal of Mobile Communications’ ha realizado un repaso por los usos y costumbres en Finlandia, Francia, Italia, Turquía y Estados Unidos en relación a uno de los objetos más cotidianos hoy en día: el teléfono móvil.
Así, el análisis del comportamiento de los ciudadanos demuestra que la preocupación por los ‘politonos’ molestos es generalizada, pero, en cambio, los franceses llevarían mejor pasar una temporada sin móvil, algo impensable para estadounidenses o turcos, por ejemplo.
El curioso análisis corrió a cargo de los miembros de la Universidad Estatal de San Francisco Robert Nickerson y Brenda Mak, que en colaboración con Henri Isaac, de la Universidad Paris-Dauphine, aportaron pruebas estadísticas de que en todos los países los ciudadanos se comportan de la misma forma con su teléfono. Así, en Francia no está mal visto enviar un mensaje de texto mientras se camina, mientras que los finlandeses defienden la prohibición del uso del móvil al volante. Asimismo, en Turquía, se muestran más dispuestos a usar las ventajas de esta tecnología sin cables en clase.
A los italianos les molesta más que a ningún otro la utilización del móvil en los cines, algo por lo que, sin embargo, en Estados Unidos se muestran algo más dispuestos. El estudio demuestra, en base a éste y otros ejemplos, que la percepción del uso del teléfono varía en función de la edad, el género y el estatus social, pero ahora se ha conocido que también se pueden observar las distintas actitudes investigando por países, según informaciones recogidas por otr/press.
¿VIVIRÍAS SIN EL MÓVIL?
Una de las últimas preguntas planteadas a los participantes de este estudio indagó acerca del grado de adicción al teléfono móvil, comprobando si el entrevistado podría sobrevivir o no a la ausencia de esta tecnología. En este sentido, los italianos fueron quienes se mostraron menos reticentes a dejar de lado esta forma de comunicación, pero los turcos y los estadounidenses preferirían no pasar por este mal trago.
Los investigadores concluyen con una recomendación, instando a las organizaciones que utilizan las comunicaciones vía móvil con sus empleados, clientes y socios a comprender el impacto social de este sistema y modificarlo para adaptarlo al país en cuestión. De esta forma, se evitaría el impacto negativo.
