Un internet más rápido, de mayor calidad y más estable es la gran carrera emprendida por las potencias internacionales para adelantarse a sus competidores. Estados Unidos tiene su propia apuesta con el proyecto Starlink, con el que el mercado estadounidense busca crear su propia red de Internet satelital de alta velocidad.
La compañía de transporte aeroespacial SpaceX lanzó recientemente su cohete Falcon 9 desde desde Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) con un cargamento de 60 satélites que ayudarán a transformar en una realidad el proyecto Starlink. Sin embargo, sólo se tata de uno de los cuatro lanzamientos que tiene previstos SpaceX para enero, entre ellos dos misiones más de Starlink y una prueba de aborto en vuelo de la nave espacial Crew Dragon, actualmente programada para el 11 de enero.
La compañía, propiedad de Elon Musk (quien también es el dueño también del fabricante de automóviles eléctricos Tesla) prevé este año unos 23 lanzamientos para este proyecto. ¿El objetivo? crear el «sistema de internet de banda ancha más avanzado del mundo».
Una vez establecido el nuevo modelo, Starlink proporcionará Internet rápido y confiable a ubicaciones donde el acceso ha sido poco confiable, costoso o completamente no disponible. Para logarlo, la compañía intenta crear con cada lanzamiento realizado a lo largo del año una constelación de satélites que brinden internet a velocidades parecidas a las de la banda ancha a todo el planeta.
El vicepresidente de SpaceX para ingeniería de vehículos, Mark Juncosa, explicó en mayo de 2019, que con 13 en total aspiran a cubrir Estados Unidos, con 24 las principales zonas habitadas del mundo y con 30 el planeta entero.
Los satélites orbitarán entre 340 y 1.150 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra, mucho más cerca de los 35.400 kilómetros a los que vuelan los satélites que ofrecen en estos momentos este servicio a una velocidad de conexión más baja que la prevista por Starlink.
La inmersión en el mercado de internet de SpaceX, compañía que se dedica principalmente al transporte aeroespacial de carga para la NASA u otras compañías privadas, tiene como objetivo final financiar la llegada del hombre a Marte, anhelo de Musk.
El empresario Elon Musk calcula que el negocio de internet puede generar a SpaceX ingresos de 30.000 millones de dólares anuales, lejos de los 3.000 millones que produce actualmente con el transporte de carga.
Con el lanzamiento de sus primeros 60 satélites en mayo de 2019, SpaceX entró oficialmente en la carrera por crear una red propia de este tipo en el espacio con empresas competidoras como OneWeb -que en febrero lanzó sus primeros satélites-, Telesat y Blue Origin, propiedad del dueño de Amazon, Jeff Bezos.