La idea de un ‘taxi aéreo’ parecía solo hace unos años más una idea para una película futurista que una realidad tangible dentro de la sociedad. Sin embargo, los avances de la tecnología y la demanda de los ciudadanos de un servicio más cómodo y personalizado ha permitido que, lo que parecía un sueño distante, ahora sea una oportunidad de negocio que buscarán rentabilizar Uber y Hyundai.
Ambas empresas han aprovechado la celebración del Muestra de Electrónica de Consumo (CES, por sus siglas en inglés) en Las Vegas para mostrar un prototipo de diseño abierto inspirado en los vehículos de la NASA con el que aspiran tanto dar el salto tecnológico, así como animar a los emprendedores.
Con la visión en el servicio del futuro, Uber y Hyundai se unen a través de una nueva alianza en la carrera por desarrollar taxis aéreos para las ciudades más congestionadas. A pesar de que ya existen algunas soluciones parecidas a través del reparto a través de drones, el objetivo es seguir al siguiente peldaño: liderar el nuevo ecosistema de la movilidad urbana aérea y dar el salto a la conducción autónoma.
No se trata de una apuesta sencilla, debido a que ya existen importantes marcas detrás de la misma idea. En este sentido, la alianza llega tras las de Airbus con Volkswagen y la de Boeing con Porsche para desarrollar vehículos similares.
Para estrenar la alianza comercial, Uber y Hyundai han presentado un prototipo del futuro servicio Uber Air Taxis, que se llama Hyundai S-A1. El proyecto futurista tiene capacidad para cuatro pasajeros, alcanza una velocidad máxima de 290 kilómetros por hora, puede elevarse hasta los 600 metros y cubrirá distancias de 100 kilómetros.
Conscientes de los nuevos retos internacionales en materia de medioambiente y reducción del consumo, Uber y Hyundai han diseñado un vehículo eléctrico que podrá recargarse, según las empresas, en apenas siete minutos. Usará además un sistema de propulsión eléctrica con varios rotores que reducen los riesgos de accidente.
Como si se tratase de una idea sacada de una película, el vehículo de Uber y Hyundai despegará de forma vertical, pero dispondrá de unas alas que pueden desplegarse en vuelo y que se repliegan antes del aterrizaje, también vertical. En un primer momento, llevará piloto, pero está preparado para operar sin él.
Nuestra visión de la movilidad aérea transformará el concepto del transporte», afirmó el vicepresidente responsable de esta división en Hyundai, Jaiwon Shin. «Estamos ante nuestra primera alianza en vehículos con un fabricante de coches de experiencia global», señaló por su parte el máximo responsable de Uber Elevate, Eric Allison.
Para Uber, el negocio no es nuevo. En julio del año pasado, lanzó un servicio de helicópteros en Nueva York que conecta Manhattan con el aeropuerto JFK en ocho minutos. Por el momento, es para usuarios prime, pero su idea es comercializar servicios de taxis aéreos a partir de 2023.
Lo que hay detrás del proyecto es el interés tanto de Hyundai como de Uber por crear «comunidades» en el ámbito de la movilidad, una de las pretensiones más repetidas entre las grandes compañías que prueban suerte en el nuevo paradigma de transporte urbano y digital.
