Aparece como el gran aliado para la desinfección de oficinas, tiendas y establecimientos

La fiebre del ozono contra el coronavirus: ¿doctor Jekyll o mister Hyde?

Por 300 euros y con mucha más rapidez que el cloro, las máquinas de ozono ejecutan una desinfección completa sin olor y sin restos tóxicos.

La fiebre del ozono contra el coronavirus: ¿doctor Jekyll o mister Hyde?
Desinfectando con ozono. PD

Se ha desatado la fiebre del ozono. Y la razón es sencilla: por un precio relativamente reducido y con mucha más rapidez que el cloro, las máquinas de ozono ejecutan una desinfección completa sin olor y sin restos tóxicos.

En cualquier caso, no es oro todo lo que reluce en este asunto.

El ozono es nuestro particular doctor Jekyll y mister Hyde: no podemos vivir ni con él ni sin él.

Gracias a esta sustancia gaseosa, en las capas altas de la atmósfera, los rayos más perjudiciales del sol no acaban con la vida en la tierra.

Pero también, por su culpa, o mejor dicho por la nuestra, cuando se genera cerca de la superficie debido al calor y la contaminación puede causar problemas sanitarios graves, sobre todo entre el colectivo de las personas mayores.

Pero de esa característica tan nociva se ha sabido sacar partido para utilizarla como desinfectante, tanto para aplicación sobre el agua como del aire.

No es extraño que ahora vuelva a ponerse de moda el ozono como un nuevo aliado para luchar contra el COVID-19 en áreas comerciales.

A partir de ahora proliferarán en las puertas de nuestra tienda de ropa, en la peluquería, incluso en la clínica del dentista o en el banco carteles informando que ese espacio se ha higienizado con ozono.

O que te encuentres a la entrada con un aparato que lanza una especie de chorro de vapor que desaparece enseguida, no huele a nada y no humedece.

Son los  cañones de ozono, que convierten el oxígeno en ozono a través de una reacción química originada por la electricidad.

Ante la proliferación en el mercado de dispositivos productores de ozono, el Ministerio advierte que el ozono :

  • No se puede aplicar en presencia de personas.
  • Los aplicadores deben contar con los equipos de protección adecuados.
  • Al ser una sustancia química peligrosa, puede producir efectos adversos. En el inventario de clasificación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas) se notifica la clasificación de esta sustancia como peligrosa por vía respiratoria,
  • irritación de piel y daño ocular.
  • Se deberá ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso.
  • Puede reaccionar con sustancias inflamables y puede producir reacciones químicas peligrosas al contacto con otros productos químicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomiendo expresamente el uso de ozono para la desinfección, pero es indudable que a la gente le fascina yq ue vamos a vivir un boom espectacular del producto


Pese a ello, sí se conoce el fuerte poder oxidante del ozono (O3), capaz de descomponer la suciedad, los gérmenes y los agentes virales y bacterianos. En los pros también se encuentra que no deja componentes químicos. Por tanto, es una desinfección sin olor y sin restos tóxicos. Por todo ello, y a pesar de las dudas que rodean sobre su efectividad, las maquinas de ozono se han convertido en la nueva estrella del mercado.

Digan lo que digan la OMS o el ministro Illa, que de esto sabe muy poco, está claro que el ozono actúa eficazmente contra los hongos, bacterias y virus.

A su favor juega que es 300 veces más rápido que el cloro y 590 veces más potente.

Cuando el O3 entra en contacto con un virus, rompe por oxidación la membrana y lo elimina. Faltan datos y tiempo para saber si lo logra plenamente contra el Covid-19, pero crecen los convencidos de que funciona.

Prueba de ello es que la demanda de maquinas dispensadoras de ozono se ha triplicado en los últimos días.

 

 

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