El precio de la consola está justificado por su orientación hacia sibaritas tecnológicos.
La PSP Go ya puede encontrarse en los lineales de las tiendas de electrónica. Sony presentó la semana pasada su nueva apuesta en el mercado portátil, una estación de juegos más reducida y compacta que su versión anterior y que prescinde del lector UMD. Los juegos se descargan a través de PS Store y se almacenan en una memoria interna de 16 GB, que puede ampliarse con tarjetas Memory Stick.
Al eliminar los discos ópticos la plataforma ha sido categorizada por algunos como un “agente monopolizador” de Sony, ya que suprime la necesidad de la venta de juegos nuevos a través de intermediarios y frena la posibilidad de copia de los mismos. La firma de electrónica se aseguraría así de suministrar directamente “el coche” y “la gasolina”.
Algunas tiendas minoristas de países como Francia y Holanda ya se han negado a vender la consola argumentando que al no poder comercializar los juegos su margen de beneficio se reduciría considerablemente. Otras voces más “conspiranoicas” hablan de una estrategia de Sony para hacer desaparecer poco a poco el mercado de segunda mano.
El problema principal es que la casa nipona tampoco ha diseñado ningún sistema para convertir los juegos en formato UMD a su versión digital, lo cual perjudica claramente a aquellos antiguos poseedores de la PSP, que no podrán disfrutar del software adquirido en la PSP Go. Pagar nuevamente por la descarga es la única opción viable en la actualidad.
Sony se defiende afirmando que todo su catálogo antiguo será volcado a este formato “download” y que buscará una solución al respecto aunque, según ha señalado un portavoz de la casa japonesa al blog Kotaku, existen algunas trabas para ello. “Evaluamos la posibilidad de establecer un programa de conversión, pero debido a temas legales no podemos ofrecer este programa ahora”.
En cualquier caso, una semana después de su puesta de largo, la PSP Go ya ha sido pirateada. Sony puso todo su empeño para que ningún hacker pudiera conseguirlo pero un usuario autodenominado Freeplay ha hallado una vulnerabilidad en el sistema de carga de un videojuego, no revelado para que Sony no pueda tomar cartas en el asunto.
MENOS AUTONOMÍA
La batería también supone otro tema polémico. Prescindir del lector UMD ayuda a obtener un ahorro energético importante y la reducción de la pantalla (de 4,3 a 3,8 pulgadas) también contribuye a esta mejor gestión. Sin embargo, el nuevo modelo de PSP tiene menor autonomía que la portátil tradicional (de 4-6 horas ha pasado a 3-5).
MUY CARA PARA SER UNA PORTÁTIL
El alto precio de la PSP Go (249 euros) está justificado por el público al que se dirige: un target formado por usuarios interesados en el diseño, la alta tecnología y las ventajas que supone funcionar a través de software digital.
Competitivamente, sin embargo, el coste no es nada razonable si tenemos en cuenta que la PlayStation 3 ha sido rebajada recientemente hasta los 299 euros y que su competidora principal en el mercado portátil, la Nintendo DSi, cuesta tan sólo 169 euros.