La Comisión Europea ha anunciado este sábado el cierre de dos investigaciones por monopolio relativas al iPhone de Apple argumentando que los cambios efectuados por la compañía incluyen una flexibilización de los criterios para el desarrollo de aplicaciones para el teléfono y la puesta en marcha un servicio de reparación y garantía transfronterizo para la UE ante las dificultades que experimentaban quienes sufrían problemas técnicos en un aparato adquirido en otro país europeo.
«La respuesta de Apple a nuestras investigaciones preliminares demuestra que la Comisión puede utilizar las normas de competencia para lograr resultados rápidos en el mercado y beneficios evidentes para los consumidores sin necesidad de abrir un procedimiento formal», explica el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, en un comunicado oficial de la Comisión.
En primavera, la Comisión abrió dos investigaciones preliminares sobre las prácticas empresariales de Apple relativas al iPhone, una centrada en la normativa sobre la «compra en un país», ya que el servicio de reparaciones sólo atendía solicitudes de teléfonos adquiridos en el mismo país, lo que dificultaba el ejercicio del derecho a la garantía a clientes que hubieran comprado el aparato en un país distinto al suyo.
Esta norma, según la Comisión, podría suponer una restricción territorial destinada a disuadir a los consumidores europeos que quisieran comprar el iPhone en un país distinto al suyo, lo que supondría una partición del mercado.
Sin embargo, Apple ha designado a Proveedores de Servicio Autorizados independientes que ofrecen servicios de garantía transfronterizos en los países miembro en los que Apple no asuma directamente las reparaciones.
La segunda investigación tiene que ver con la medida adoptada por Apple en abril de 2010 por la que se restringían los términos y condiciones de su acuerdo de licencia con desarrolladores independientes de aplicaciones para el iPhone. Así, obligaba a utilizar herramientas de programación de Apple y únicamente los lenguajes de programación aprobados por la empresa estadounidense, en detrimento de terceras partes, que se verían incapacitadas para competir.
Apple ha anunciado este mes la retirada de las restricciones anteriormente vigentes sobre herramientas de desarrollo empleadas para crear aplicaciones para el iPhone y el restablecimiento del empleo de otros lenguajes, lo que da más flexibilidad a los desarrolladores, explica la Comisión.
«La Comisión continúa comprometida con el cumplimiento de la normativa antimonopolio de la UE para que los consumidores europeos puedan elegir entre diferentes alternativas y beneficiarse de los avances técnicos y la innovación en el Mercado Unico», concluye el texto difundido por la Comisión Europea.
La Comisión tiene potestad para multar a las empresas con hasta el 10 por ciento de sus ingresos totales por violar las normas europeas antimonopolio. De hecho, Microsoft o Intel ya han sido multadas con miles de millones de euros por este concepto.