La diferencia entre un humano y su recreación por ordenador está en los ojos

La última tecnología de animación permite realizar recreaciones humanas con rostros cada vez más reales que en ocasiones pueden incluso confundir a los ciudadanos que, según los resultados de un estudio de la Dartmouth College, recurren a los ojos para distinguir la realidad de la ficción.

Según informan los autores de dicha investigación en el último número la revista ‘Psychological Science’, las últimas películas de animación tratan de generar personajes «cada vez más realistas» y, en algunos casos, como sucedió con ‘Polar Express’, dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks, generó dudas entre los espectadores a la hora de saber qué estaban viendo en la gran pantalla.

La investigación, dirigida por la profesora Thalia Wheatley, consistió en ir tomando fotos de rostros de muñecas por diversas tiendas de New Hampshire para luego, mediante un avanzado ‘software’, combinar estos rostros con los de ciudadanos a quienes se parecían.

A continuación, se reclutó a una serie de voluntarios que debían observar todas las fotografías para determinar si eran humanos o muñecos, determinando que el rasgo que todos destacaban como punto de inflexión para distinguir las fotos de humanos eran los ojos.

«A través de los ojos podemos saber si el rostro que estamos viendo siente y piensa como nosotros», asegura Wheatley, reconociendo que en un futuro será más complicado hacer esta distinción.

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