Un equipo de investigadores de la australiana Universidad de Queensland han presentado una pareja de robots llamados Ligodroides (Lingodroids), que poseen la particularidad de haber desarrollado su propio lenguaje para describir el terreno sobre el que se encuentran.
Usando este «lenguaje» son capaces de navegar por el entorno y asignar nombres a cada sitio, términos que luego pueden usar para comunicar su posición o el lugar a donde se dirigen.
Como explican en Neoteo, se trata de un muy buen avance que algún día permitirá a los robots «entenderse» mejor entre si, y con nosotros.