El clásico selfie de vacaciones en la playa o la piscina junto a un día soleado se lleva el primer premio con un enorme 34 por ciento.
Otro de los selfies que menos gustan es el de las piernas con un fondo de playa, esta imagen se lleva el 22 por ciento de los votos.
El tercer puesto lo ocupa el clásico beso de pareja en un romántico viaje: el fondo puede variar porque es lo menos importante (Oriana Marzoli rompe con su novio, lo echa de casa y el sube foto perversa a Instagram ).
La encuesta explica que «las fotografías obtendrían más ‘me gusta’ si se trataran de retratos de lugares que se visitan, donde aparezcan monumentos reconocidos o rincones originales que los usuarios encuentren sorprendentes». Por ello las imágenes de personas saltando o aquellas tan famosas de, por ejemplo, «sosteniendo la Torre de Pisa» comienzan a ser constantes y repetitivas y dejan de gustar, según recoge Guillermina Torresi en La Vanguardia.
El objetivo para tener un buen perfil de Instagram es alejarse de los tópicos: la típica fotografía de una pareja en la que ella lo coge a él de la mano y caminan juntos rodeados por un paisaje tropical maravilloso también deben evitarse. Aún así, lo más adecuado es publicar libremente lo que uno quiera y, como explica la conclusión de la encuesta, «no forzar las fotografías, ya que esto las hará antinaturales y poco creíbles».
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