Takagi es japonés y fabrica muñecas. Pero esta vez muy especiales.
El tipo, que confiesa sentirse atraído por las niñas pequeñas, ha creado muñecas sexuales imitando a crias de hasta cinco años. Dice que esto ayudará a controlar a lo pedófilos.
«Estoy ayudando a la gente a mostrar sus deseos de una manera legal y ética. No vale la pena vivir si uno lo tiene que hacer con el deseo reprimido».
Afirma que entre sus clientes se encuentran médicos, profesores y personalidades de todas partes del mundo.
El Daily Express recoge la opinión de expertos que aseguran que este tipo de tratamientos «no cambian la orientación sexual de los pedófilos hacia los niños».
Michael Seto (psicólogo y sexólogo de la Universidad de Toronto) lo ve fatal:
«Para algunos pedófilos, estos sustitutivos pueden incluso agravar su sentimiento de frustración aunque para otros, en efecto, puede reducir su necesidad de buscar pornografía infantil o sexo con menores».