La nueva «fiebre del oro»: la industria del juego africana

Gamers
Gamers Fotografía de Alex Haney en Unsplash

Los videojuegos se han convertido en un fenómeno global, en parte gracias a las conexiones de internet de alta velocidad y a los nuevos medios que nos permiten jugar cuándo y dónde queramos.

Se trata de una tendencia digital que se refleja en el auge de los eSports, los deportes electrónicos para profesionales de los videojuegos. Se prevé que la industria facture más de dos mil millones de dólares este mismo año, una cifra alimentada por el rápido crecimiento del sector en mercados emergentes como África.

Con un aumento del 141 % de los jugadores desde 2015 únicamente en el África subsahariana, la región se encuentra en la cúspide del boom de los videojuegos. ¿Qué implica todo esto? ¿Ayudará a mejorar los estándares de vida de la población africana o se sumará a los problemas que ya sufre el continente?

Videojuegos y ludopatía

El auge de los videojuegos tiene muchas ventajas desde un punto de vista sociológico: ofrece un pasatiempo y una motivación para los jóvenes, a los que aleja del crimen.

Sin embargo, muchos videojuegos están diseñados para crear adicción. Las cajas de botín son una estrategia que muchas empresas de desarrollo de videojuegos utilizan para animar al jugador a mejorar sus equipos dentro del juego, cosa que muchos críticos han denunciado porque, de esta manera, los resultados obtenidos en el juego dependen de si invertimos dinero o no en él.

En África, esto supone un gran problema. La educación sobre los peligros de la ludopatía no está tan extendida como en otras partes del mundo, e incluso en los países más desarrollados la ludopatía es una lacra. Aunque existen sitios web educativos, como Vegas Expert, que pueden ofrecer asesoramiento en materia de juego online, no son suficientes para evitar que un jugador dilapide su dinero en el juego. En regiones donde este apoyo escasea, la ludopatía campa a sus anchas.

Y parece que la tendencia ha llegado para quedarse: un estudio elaborado en 2021 arrojó que la ludopatía está cada vez más extendida en la región, gracias sobre todo a la creciente disponibilidad de consolas de juegos y a la democratización de los dispositivos móviles, que ofrecen un acceso fácil a videojuegos y sitios de apuestas.

Sin educación y sin herramientas que permitan combatir la ludopatía, el problema podría empeorar irremisiblemente.

El futuro prometedor de los eSports en África

El enorme potencial de los videojuegos en la región es motivo de optimismo. El número de gamers en el África subsahariana ha crecido significativamente en la última década, y la tendencia continúa al alza. Se prevé que en 2026 haya en África 500 millones de jugadores, lo que ha llevado a muchos expertos a considerar el continente africano como el último público sin explotar de la industria de los videojuegos.

El fundador de Masseka Game Studio, Teddy Kossoko, un gamer profesional nacido en la República Centroafricana, considera que África es «el nuevo El Dorado», en referencia a la legendaria ciudad latinoamericana donde se creía que existían abundantes minas de oro. Según Kossoko, «ahora estamos viviendo una nueva fiebre del oro en nuestro continente, y los africanos debemos ser los primeros en reaccionar».

Sudáfrica tiene la mayor proporción de jugadores, con un 40 % de la población interesada en los videojuegos. Le siguen a cierta distancia tres países emergentes como Ghana (27 %), Nigeria (23 %) y Kenia (22 %).

Personalización de los juegos

Además del acceso generalizado a dispositivos móviles, uno de los principales motivos de este crecimiento explosivo ha sido el auge de la tecnología, que ofrece la posibilidad de personalizar los juegos.

Los desarrolladores africanos pueden usar la tecnología blockchain para añadir nuevos elementos a los juegos, lo que permite a los jugadores crear personajes y objetos dentro de los mismos. Los jóvenes, mucho más competentes tecnológicamente que las generaciones anteriores, dominan esta nueva forma de jugar, que les presenta nuevas oportunidades laborales y de ocio.

Mientras que antes los africanos tenían complicado acceder a los ingresos obtenidos en internet, los nuevos mecanismos de ahorro permiten meter este dinero en planes de pensiones o seguros de salud, lo cual les ayuda a mejorar sus conocimientos financieros, algo totalmente impensable hace unos años.

Las divisas usadas en estos nuevos negocios también tienen un formato digital. Para muchos africanos subsaharianos, las criptomonedas se han convertido en una forma de vida, ya que la región se caracteriza por una gran inflación y por unas monedas tradicionales poco fiables.

Un futuro basado en los videojuegos

El sector de los videojuegos basados en tecnología blockchain no deja de crecer. Y África, gracias al gran número de jóvenes del continente, podría liderar esta tendencia.

Nigeria cuenta ya con su propia moneda digital, el e-Naira, y varios países más, entre ellos Túnez y Ghana, están elaborando amplios estudios de viabilidad para un posible lanzamiento. Por su parte, Kenia lidera el comercio de criptomonedas entre iguales.

Esta entusiasta adopción de las criptomonedas es una buena noticia para los jugadores que dependen de la tecnología blockchain. Como parte del mercado de los videojuegos de mayor crecimiento del mundo, los africanos podrían ocupar la cúspide de esta nueva «fiebre del oro» que producirá contenidos innovadores y múltiples oportunidades de negocio en los próximos años.

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Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno

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