El dispositivo fue construido por él mismo y sus compañeros de trabajo en Grindhouse Wetware
El estadounidense Tim Cannon lo tiene claro. Quiere ser un cyborg a toda costa, aunque como el prespuesto no le da para más se ha tenido que conformar de momento con implantarse en un brazo un mini ordenador que monitorea sus signos vitales.
Llamado Circadia 1.0, tiene la capacidad de grabar los datos de su cuerpo y los transfiere a su Android, lo que le permite estar al tanto cual hipocondríaco de todo cuanto acontece en su organismo.
El dispositivo fue construido por él mismo y sus compañeros de trabajo en Grindhouse Wetware, un equipo cuya finalidad es lograr crear al hombre-máquina del futuro.
TE FACILITA LA VIDA
En términos generales, el Circardia tiene además como misión medir el nivel de cansancio, estrés o, simplemente, si estás para jaranas o para irte al catre, con lo que te ‘prepara’ además el ambiente adecuado para cuando llegas a casa evitándote así malos rollos.
En una entrevista, el responsable explica que quiere vivir cientos de años. Este implante lo convierte en todo un «biohacker» aunque no fue él mismo quien se lo hizo, sino un conocido que no es médico ni nada y a quien no se le permite el uso de anestesia, es decir, que se lo hizo todo ‘a pelo’.