La robótica como hoy en día la conocemos, tiene sus orígenes hace miles de años. Nos basaremos en hechos registrados a través de la historia, y comenzaremos aclarando que antiguamente los robots eran conocidos con el nombre de autómatas, y la robótica no era reconocida como ciencia, es más, la palabra robot surgió mucho después del origen de los autómatas, según wp.
La robótica es un concepto de dominio público. La mayor parte de la gente tiene una idea de lo que es la robótica, sabe sus aplicaciones y el potencial que tiene; sin embargo, no conocen el origen de la palabra robot, ni tienen idea del origen de las aplicaciones útiles de la robótica como ciencia.
Un robot es una entidad virtual o mecánica artificial. En la práctica, esto es por lo general un sistema electromecánico que normalmente es conducido por un programa de una computadora o por un circuito eléctrico. Este sistema electromecánico, por su apariencia o sus movimientos, ofrece la sensación de tener un propósito propio. La independencia creada en sus movimientos hace que sus acciones sean la razón de un estudio razonable y profundo en el área de la ciencia y tecnología. La limpieza y el mantenimiento del hogar son cada vez más comunes en los hogares. No obstante, existe una cierta incertidumbre sobre el impacto económico de la programación y la amenaza del equipamiento robótico, una ansiedad que se ve reflejada en el retrato a menudo perverso y malvado de robots presentes en obras de la cultura popular. Comparados con sus colegas de ficción, los robots reales siguen siendo limitados.
La profesora de la Universidad Carnegie Mellon (EE. UU.) Manuela Veloso, que acaba de ser nombrada responsable de la división de investigación de IA de JPMorgan, está frustrada porque las cosas no van más allá. Veloso cuenta: «Anoche llegué del aeropuerto y desde entonces no he visto a ningún robot en ningún lado«, según recoge Erin Winick en technologyreview.
Después de décadas de trabajo en investigación de IA, Veloso quiere ver más robots móviles en nuestra vida cotidiana. Imagina un futuro donde todo lo que tenga ruedas, ya sea una maleta o un carrito de la compra, seguirá al usuario automáticamente con solo darle una orden. La experta añade: «Cada vez que entro en un supermercado y tengo que empujar un carrito, me pregunto, ‘¿por qué no puede seguirme?’. Estos carritos deberían estar automatizados».
Su trabajo consiste en convertir sus quejas en soluciones. Veloso está investigando para lograr que los robots móviles inteligentes sean más accesibles y autónomos. Si la visita en Carnegie Mellon, un robot le recibirá y le llevará hasta su oficina. Puede que incluso le sirva un café.
Para mejorar su autonomía, les entrenó para que fueran capaces de avisar y pedir ayuda cuando no saben hacer algo. La investigadora explica: «Es posible que la IA no sea capaz de realizar todo el proceso, pero si se le da la capacidad para pedir ayuda o conectar otras cosas, entonces puede hacer todo [el proceso]».
VÍDEO DESTACADO: Así es el inquietante abrazo de un robot