Concluye afirmando que seguirá "dialogando" y que lo hará "como si del otro lado estuviera siempre Montaigne"
Si hubiera leído a Salvador Sostres y a a algún otro, hace tiempo que la cursi de Cayetana Alvarez de Toledo sabría que Twitter es el refugio del tarado y que lo mejor que se puede hacer con las redes sociales es tomárselas a coña.
Quiso ir de lista la exdiputada del PP, subió un mensaje casi lloroso a cuenta de la patochada montada por los podemitas con la Cabalgata de Reyes y ahora se arrepiente.
Utilizó Twitter dándole leña a Carmena con su ya famoso «no te lo perdonaré jamás» y ahora, escocida por lo que la turba tuitera le echó encima y por todas las coñas que se hicieron a su cuenta, sentencia que esta red social «es un vertedero, la tumba de la inteligencia».
Lo hace en una tribuna en el diario El Mundo titulada ‘Jamás, jamás, jamás’ en la que afirma que «Twtitter está arrasando con la política y el periodismo cultos, esforzados, incisivos e inteligentes» pero que no va a «dejar de usarlo» y pide «que los tontos no corrompan nuestro juicio ni nuestra conciencia».
La exdiputada del PP, que en la noche de Reyes escribió un tuit asegurando que «jamás» perdonaría a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que su hija no hubiera reconocido al rey Gaspar en la cabalgata que recorrió la capital, repasa cómo han sido las últimas horas desde que publicó este mensaje:
Mi hija de 6 años: «Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad.» No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás. #cabalgatatve
— Cayetana Alvarez Tol (@cayetanaAT) enero 5, 2016
«No sé cuántos comentarios, chistes, insultos y memes, hashtag propio, vigoroso y viral; trending topic durante horas; comentarios en los principales programas de radio y televisión; referencias en varios telediarios; y, lo más asombroso, un eco transversal en la llamada prensa de calidad».
Álvarez de Toledo pide a los que le han enviado ánimos que no se preocupen, que «esto está siendo interesantísimo» porque:
«Es la experiencia perfecta para entender que Twitter es un vertedero, la tumba de la inteligencia».
La exparlamentaria habla de una «operación revolucionaria» con «soldados rasos suficientemente ignorantes entregados como para perder la vida» en «maniobras de acoso y derribo».
«Y nuestros chavistas ibéricos cuentan con un ejército», agrega Álvarez de Toledo, que identifica a un «sector, reconcentrado y activo» que es «cainista, guerracivilista y envidioso».
«El que lee ‘chica del PP’ y entiende: corrupta, facha y pija», prosigue la dirigente de FAES.
«Odia a los pobres (quería estar en la tribuna VIP), detesta a los gais (de ahí sus críticas a la túnica rosa de Gaspar), aborrece a los negros (a los que nosotros, paradójicamente, ponemos a tocar una kora africana en plena Era Obama) y desprecia a las mujeres (porque el auto odio no es patrimonio exclusivo del constitucionalista catalán).
Ah, y, por supuesto, es una integrista religiosa, porque para qué preguntar si cree mucho, poquito o nada, no vaya a ser que en esto también esté con Savater. Que lo estoy».
Pero para Álvarez de Toledo lo más «relevante» es «lo que está ocurriendo fuera de los círculos del sectarismo podémico, en las cumbres de la política y el periodismo».
«La pérdida no ya de calidad sino de capacidad básica de comprensión e interpretación es asombrosa. Como si la restricción de caracteres impuesta por Twitter hubiera impuesto una restricción mental equivalente».
La exdiputada, enemiga acérrima de Rajoy, concluye afirmando que seguirá «dialogando» y que lo hará «como si del otro lado estuviera siempre Montaigne».
