Números de teléfono, direcciones de correo electrónico y de residencia son algunos de los datos desvelados por los hacktivistas
Tras la detención de Kim Schmitz, fundador de la página web de descargas Megaupload, y en represalia por el cierre de este espacio web, Anonymous anunció que emprendería una serie de ataques cibernéticos contra la industria de la música y las autoridades norteamericanas.
Dicho y hecho. BMI, Universal Music y algunas agencias de seguridad de Estados Unidos fueron objetivos en un ataque que también tuvo una víctima personal: Robert Mueller, director del FBI.
Los ciberactivistas cargaron contra Mueller después de conocer que la agencia que dirige fue la encargada del cierre de Megaupload.
De esta forma, sus datos personales, además de los de sus hijas y esposa, fueron publicados a través de las redes sociales.
Números de teléfono, direcciones de correo electrónico y de residencia son algunos de los datos desvelados por los hacktivistas.
Este ataque, enmarcado en la que se llamó Operación Represalia, coincidió con la caída de numerosas páginas web incitada por los miembros de Anonymous.
La Policía de Nueva Zelanda, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el FBI sufrieron estos ataques en sus sitios web, así como las discográficas y las productoras de cine pertenecientes a la patronal estadounidense.
Para llevar a cabo las acciones, Anonymous empleó una herramienta llamada Low Orbit Ion Cannon que sirve para comprobar los problemas de conectividad de un servidor. Modificando ligeramente el programa, puede emplearse para realizar miles de conexiones por segundo a una página web concreta, una operación que si es efectuada en un mismo momento por cientos de personas bloquea cualquier servidor del mundo.
Los activistas anunciaron que este es el primer paso en una hipotética guerra mundial digital (World War Web)
Anonymous lanzó un mensaje a través de la plataforma YouTube dirigido al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el que pedía que se compensara a aquellos usuarios que habían pagado por los servicios de Megaupload o que tenían datos personales almacenados en este servidor.
Un activista, oculto bajo una máscara de Guy Fawkes (conspirador inglés del siglo XVI y base de los cómics y de la película V de Vendetta) fue el encargado de lanzar el mensaje en nombre de usuarios descontentos de 18 naciones de América Latina y anunció futuras medidas.
