Dicen en ‘ABC‘ -sin ánimo de entrar en tórridas polémicas- que el tamaño importa. Y se refieren, en esta ocasión, a las contraseñas en Internet.
Gracias a la asistencia de diferentes programas, podemos crear contraseñas muy largas y complejas, pero la pregunta que nos hacemos en esta ocasión es qué longitud máxima de contraseña permiten algunos de los servicios más importantes de la Web, y qué tan complicada puede ser en su elaboración.
KeePass (en su última versión 2.18) puede ofrecer contraseñas de hasta 4.679 caracteres sin inconvenientes.
Twitter no impone un límite máximo en la cantidad de caracteres de una contraseña. La única restricción es que no soporta espacios.
Hotmail solamente tiene en cuenta a los primeros 16 caracteres de una contraseña, ignorando el resto.
Tumblr parece llevarse bien con todo tipo de caracteres, incluyendo los espacios y los caracteres más complejo.
Steammpermite un máximo de 32 caracteres, con la excepción del grupo «Alto ANSI».
A principios de 2011, Google elevó el tamaño mínimo de la contraseña para sus cuentas de seis a ocho.
También implementó un sistema de «verificación de dos pasos», a través del cual, además de nombre de usuario y contraseña, deberás ingresar un código que será enviado a tu móvil.
También existen contraseñas específicas para aplicaciones externas, de manera tal que si, por ejemplo, deseas entrar a Gmail a través de tu iPhone, lo hagas con una contraseña dedicada para esa función, y no con la contraseña principal.
Dejando eso de lado, Google soporta un máximo de cien caracteres en su contraseña. No se lleva bien con el «Alto ANSI», pero no tiene problemas con los espacios, por lo que podrás obtener una calidad que supera fácilmente los 400 bits.
Facebook parece no tener límite superior, dejando de lado espacios y fundamentalmente a los caracteres «Alto ANSI.
¿Cuáles son los inconvenientes de usar contraseñas tan largas?
Uno radica en el acceso desde dispositivos móviles. KeePass tiene versiones para Windows, Linux, OS X, iOS, Android, Blackberry, y Java, además de contar con cierta capacidad de conversión hacia PalmOS, por lo que el problema no estaría tanto en la falta de soporte, sino en la comodidad del usuario al lidiar con semejantes contraseñas.
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