Las entidades financieras nunca utilizarán servicios gratuitos como Hotmail o Gmail para entrar en contacto con sus clientes
Un 37% de los usuarios señala como una de sus principales preocupaciones al navegar por Internet la posibilidad de que sus datos bancarios se vean comprometidos.
Un estudio sobre las tendencias y riesgos de los consumidores online españoles asegura que el 60% de los encuestados considera que la protección de su información bancaria debería ser una prioridad en cuanto a seguridad en la Tecnología de la Información (TI).
La banca online es una tendencia en auge. Cada vez más entidades ofrecen servicios a sus usuarios a través de Internet y el comercio electrónico va mejorando mes a mes.
Pese a que esa tendencia no para de crecer, hay aspectos que todavía provocan reparo a los usuarios. En concreto, la seguridad es uno de ellos.
Kaspersky ha querido conocer las tendencias en este campo y ha realizado un estudio sobre tendencias y riesgos de los consumidores online en España.
La compañía ha realizado una encuesta en la que han participado alrededor de 8.000 usuarios de Estados Unidos, Europa Occidental (entre ellos España) y Rusia.
Una de los datos que la compañía de seguridad ha destacado en el informe de su investigación es que el 37% de los encuestados afirma que lo que más teme al navegar por Internet es la pérdida de los datos bancarios.
Los usuarios confían sus datos a páginas web y servicios online y esperan que su protección sea una de las prioridades. De hecho, el 60% de los encuestados ha señalado que esa protección debe ser una prioridad para las compañías en cuanto a la seguridad de su sistema.
Los consumidores españoles también se han mostrado preocupados con la posibilidad de que su cuenta de correo y su contraseña pueda ser vulnerada.
En concreto, Kaspersky ha asegurado que un 54% de los encuestados ha asegurado que está preocupado por el posible robo de su contraseña.
Lo cierto es que en los últimos meses se han visto varios casos de robos de direcciones de correo y contraseña en grandes empresas de Internet, por lo que esta preocupación está justificada.
Pese a estos temores, el 21% de los encuestados usa sin reparo su tarjeta de crédito en Internet, aunque solo un 34% utiliza una solución de seguridad para hacer frente a un posible ataque.
Se trata de una práctica arriesgada que puede derivar en el compromiso de la información bancaria.
Por último, Kaspersky ha querido destacar algunos datos positivos vistos en su estudio. Por ejemplo, el 60% de los usuarios no almacena las contraseñas de acceso dentro de los dispositivos y el 42% no acepta que los programas que utiliza recuerden su contraseña.
SOLUCIONES PRACTICAS A UN PROBLEMA COMÚN
Existen métodos sencillos para minimizar los riesgos que más preocupan, según este estudio, a los internautas: el robo de datos bancarios y el de contraseñas.
En el primer caso, siempre es recomendable utilizar servicios mediadores cuando se va a realizar una transacción. Por ejemplo, Paypal. Esta web permite transacciones entre usuarios sin que el uno conozca los datos bancarios del otro, así como mediador clásico en el e-commerce.
Para cualquier compra online, la web puede solicitar el número de tarjeta y el CVV, tres dígitos que se encuentran en la parte trasera de la tarjeta. Nunca perdirá la clave utilizada en los cajeros, y de hacerlo, se trata de un timo.
Con las cuentas bancarias pasa algo similar. Con un número de cuenta solo se puede ingresar dinero, no acceder a información personal o retirar fondos. De todas formas, es recomendable no suministrar a nadie las claves de acceso ni a la cuenta ni a la tarjeta, mucho menos a desconocidos por internet.
Uno de los cebos más habituales para conseguir este tipo de datos bancarios es enviar un correo anunciando que se ha heredado una suma sustanciosa o haciéndose pasar por el banco.
Los bancos utilizan siempre un correo institucional, es decir, terminados en @nombre-del-banco.com, aunque la terminación puede ser .es o cualquier otra, las entidades financieras nunca utilizarán servicios gratuitos como Hotmail o Gmail para entrar en contacto con sus clientes.
Crear una contraseña segura es, muchas veces, una de las mayores preocupaciones de los internautas. Una contraseña ideal intercala números y letras, estas últimas en mayúsculas y minúsculas.
En cualquier caso, lo más recomendable es que, si existe una palabra dentro de la contraseña, esta no aparezca en un diccionario, ya que en los ataques por fuerza bruta- un método para descifrar contraseñas- utilizan diccionarios para ir alternando palabras y números. Para ello, basta con unir dos palabras o repetir una.
Normalmente, cuando una persona se plantea que le puedan robar la contraseña, le viene a la mente un hacker ajeno, pero también combiene evitar la ingenuidad y considerar que existen riesgos de que una persona cercana acceda a las contraseñas.
Por ello, es recomendable no escribirlas en lugares visibles o guardarlas en el teléfono móvil.
Este último, ya que en caso de perderlo, podrían acceder a diversos servicios reiteradamente al contar, no solo con el posible acceso automático del dispositivo- razón por la que no es recomendable permitir que el teléfono recuerde las contraseñas-, si no también con la contraseña.