Aunque el sistema está aún en fase de desarrollo, los científicos están convecidos de que será comercializado en el futuro
Dos científicos están desarrollando un programa informático con el que pretende hacer predicciones sobre el futuro basándose en los datos registrados en 22 años de noticias publicadas en la web, tomándolas de diarios digitales como el New York Times, o en información de redes sociales como Twitter o plataformas como Google o Wikipedia, según Gigaom —How two scientists are using the New York Times archives to predict the future–.
En un artículo firmado conjuntamente por Eric Horvitz, investigador científico de Microsoft, y la científica israelí, Kira Radinsky, colgado en la página de Microsoft Research —Mining the Web to Predict Future Events, PDF–, se explica que el software tomará noticias de 90 medios de internet para intentar anticiparse a consecuencias futuras de esas noticias, como posibles brotes de enfermedades o catástrofes naturales.
Explican los científicos en el artículo:
«El software tiene la capacidad de detectar patrones entre grandes cantidades de datos, puede controlar numerosas fuentes de información, puede evolucionar y aprender nuevas asociaciones probabilísticas y puede hacer monitoreo en tiempo real y alertar sobre el aumento de las probabilidades de que ocurra algo.»
Por ejemplo, está científicamente demostrado que los fenómenos climáticos como ‘El Niño’ están relacionados con la aparición de epidemias, por lo que Horvitz y Radinsky creen que con este software se podrán predecir algunos brotes de enfermedades cuando se reporte algún tipo de fenómeno a través de los medios digitales, casi en tiempo en real.
Además, mediante un algoritmo, el software relaciona todo tipo noticias y obtiene las probabilidades que hay de que ocurra algo después de que haya ocurrido otra cosa. Por ejemplo, según los científicos, este algoritmo determina que la probabilidad de que haya una sequía después de que se publique la noticia de una inundación es del 18 por ciento.
Aunque el sistema está aún en fase de desarrollo, los científicos están convecidos de que será comercializado en el futuro y tendrá influencia en la vida de las personas.