El negocio (ilegal) del robo de claves Wifi se ha disparado en España. Y de forma particular, en Madrid.
En internet proliferan páginas del tipo ‘Cómo robar wifi al vecino‘, donde te dan hasta manuales, pero incluso en la calle, se puede aprender.
La capital alberga cada vez más anuncios a través de diversos formatos (posts, carteles callejeros, redes sociales) en los que se ofrece conseguir Internet ‘gratis‘ mediante el pago de cantidades pequeñas.
Un hacker ayuda al usuario que paga estas cifras a robar las claves de redes que usan sus vecinos para, de esta forma, engancharse a sus conexiones y poder usar la red de redes sin necesidad de abonar ninguna cuantía mensual a las compañías del sector.
Esta actividad ilícita, afirma el diario El Mundo, es una de las que más desconocidas e impunes de las que se registran en Madrid.
Desconocida porque muchos de los ‘asaltados‘ ni siquiera saben que han accedido a su Wifi. El mecanismo para advertir de esta usurpación es relativamente complicado, por lo que buena parte de los asaltados apenas se da cuenta de la estafa.
Impune porque las penas son tan escasas, que los encargados de hackear estas redes y sus clientes actúan con toda normalidad, sabedores de que en la mayoría de los casos el asaltado no sabrá de su delito y, en caso de denunciarlo y cazarlos, no tendrá un castigo severo.
Sólo en el caso de que haya robo de claves o información privada del dueño de la Wifi se entraría en el apartado de un delito grave con el riesgo de ser condenado a pena de prisión.
Algo que sucede en escasas ocasiones porque, además, resulta difícil encontrar a los piratas que realizan estas acciones, lo que dispara su impunidad.
Llegar al beneficiado de estos robos, esto es, al cliente, es más fácil. Encontrar al hacker es harina de otro costal.
La Policía reconoce estas carencias y pide a los potenciales asaltados que tomen medidas para evitar que puedan ser víctimas de estas actividades. Entre las más destacadas:
- los cambios frecuentes de contraseña
- el uso de mayúsculas, minúsculas y símbolos gráficos para escribir estas contraseñas
- el chequeo periódico de los distintos dispositivos que acceden al router
- ocultar el SSID (identificador) de la red inalámbrica y no usar nunca nombres que nos identifiquen
- utilizar el filtrado por MAC (dirección hardware del dispositivo) para permitir únicamente el acceso a los dispositivos conocidos