Mientras en la redacción de Periodista Digital debatíamos anoche intentando descifrar el enrevesado Pensamiento Puigdemont -suponiendo que los términos pensamiento y Puigdemont no supongan un oxímoron-, nos empezó a todos a pitar el móvil en el bolsillo.
No era La Moncloa, tampoco la atribulada Generalitat de Cataluña o el servicio de prensa de algún partido político.
Eran los amigos y conocidos que iban resumiendo por «guasap» muy simple la esperadísima alocución en el Parlament del gran libertador de la nación catalana.
Esto es sólo un pequeño botón de muestra del cachondeo generalizado:
El perrito saltarín de leyes:
Declaración flatulentamente fallida:
Hasta Trump opina:
Intentando pasar la frontera:
El único diálogo posible:
Las nuevas empresas que llegan a la Cataluña independiente:
Epi y Blas nos explican cómo es la independencia de Cataluña:
Reacción de líderes políticos internacionales:
Cronología Histórica:
Llega fuertecita la portada de Charlie Hebdo: «Los catalanes son todavía más gilipollas que los corsos»
Los únicos ganadores de todo esto son los chinos que venden banderas y la canguro de Ferreras y Ana Pastor.
— Javier Durán (@tortondo) 8 de octubre de 2017
Se queda…:
Clase de historia en Cataluña:
El pistolero del oeste: