CARADURAS Y REDES SOCIALES

La gran mentira de las influencers y los secretos inconfesables de este falso trabajo

La gran mentira de las influencers y los secretos inconfesables de este falso trabajo
Lil Miquela RS

El marketing de influencia, o mercadotecnia influyente, es una forma de publicidad que ha surgido a partir de una variedad de prácticas y estudios recientes, enfocada más a los individuos que al mercado objetivo en su conjunto.–Instagram: Berta Bernad, la influencer que cerró su cuenta, narra su historia en ‘Mi nombre es Greta Godoy’–

Más de 20 millones de personas trabajan como influencers en todo el mundo, esta es considerada como la profesión del siglo XXI: youtubers e influencers, un negocio que mueve más de 1.000 millones de euros y busca reinventar el mercado de la publicidad.–Vídeo: Una influencer muestra cómo se ve tras pasar un año sin depilarse–

Este trabajo es tan sencillo como acumular seguidores y escribir un mensaje en Twitter o subir fotos a Instagram elogiando las bondades de algún producto, promoviendo su venta, según recoge maduradas con información de Rodrigo Terrasa de El Mundo.

Hay casos muy particulares que demuestran el verdadero impacto de los influencers como el de Arii, una estadounidense de 18 años que cuenta con 2.6 millones de seguidores en Instagram, donde tiene cuenta desde 2017.

Al acumular tantos seguidores y tantos «me gusta» en las fotografías donde promocionaba un sin fin de productos, ella decidió lanzar su propia línea de ropa, pero fracasó: no ha logrado vender ni 36 camisetas, el mínimo para encargar los pedidos.

«Hola, me rompe el corazón tener que escribir este post (…) Sabía que iba a ser difícil, pero me estabais dando tan buen feedback que pensé que a la gente le gustaba y lo compraría. Nadie mantuvo su palabra así que la empresa no va a poder atender los pedidos de la gente que sí hizo alguna compra y eso me rompe el corazón», reconoció la joven en un post que ya fue eliminado. Esa confesión tuvo 35.788 likes.

«Su caso (el de Arii) es muy sintomático del fraude sobre el que han crecido algunos influencers. La mayor parte de su comunidad es falsa y su audiencia es de muy baja calidad. Más de la mitad de sus seguidores son bots (usuarios falsos automatizados) y alguien debió advertirle que un bot no compra camisetas», explicó Luis Díaz, CEO de la agencia de influencer marketing Human to Human (H2H).

Lo que ocurrió con Arii es un ejemplo extremo de una realidad que ya es imposible disimular. Hace un año, H2H presentó un estudio para analizar el estado del sector en España y las conclusiones fueron que en 2018 las marcas de ese país invirtieron 35 millones de euros en campañas con influencers, la mitad de esa inversión no tuvo ningún retorno, pese a esto, se mantiene en crecimiento la inversión de este tipo.

«El negocio aumenta porque el marketing con influencers funciona. Sigue siendo más efectivo que la mayor parte de la publicidad en medios digitales, pero funciona si se hace bien y no con cualquiera», explicó Díaz.

 

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