La posibilidad de estar todo el tiempo en contacto con otras personas y sobre todo la gratuidad de un sistema como Whatsapp resulta atractiva para los usuarios de los móviles, pero también está creando unos patrones peculiares de conducta.
Y es que, según ABC, aunque esta herramienta de Apple tiene muchas virtudes, también lo es que puede resultar muy peligrosa para quienes tengan una personalidad celosa o controlador.
Entre las víctimas preferidas de Whatsapp están las parejas, para quienes los sentimientos están siempre a flor de piel.
El psicólogo García Huete apunta que:
«Como todo lo nuevo, Whatsapp tiene cosas buenas y malas. Puedes contactar con todo el mundo de forma inmediata y gratuita, pero las personas más obsesivas pueden interpretar el silencio de, por ejemplo, su novio o novia, como que ya no le quiere».