Hay una carta para ti

Querida Teresa, Teresa querida. Te escribo éstas mis primeras líneas tras la época estival, sin más pretensión que la de reflejar un hecho que a las dos nos afecta. Tú y yo solemos coincidir en saraos o nos cruzamos por fiestas, pero nunca hablamos de estas cosas. Sin embargo, hay que ver cuánto nos afecta Teresa ¡Cuánto! Ya sabes de lo que hablo. Lo dice el refrán: Más sabe el zorro por viejo que por zorro. Hablo de esas cifras que te han amargado el desayuno durante la pasada temporada. Cuánto lo siento amiga mía, pero qué bien me encuentro diciéndotelo así, por carta y públicamente.

Perdona querida que aún no te haya preguntado por tu retiro estival ¿Qué tal tus vacaciones? Las mías han sido fabulosas. Ya sabes: Mis dos pequeños retoños, tan parecidos, tan tiernos, tan idénticos, tan dulces… Mi esposo que tanto me ama, mi revista que tanto se vende, mi bronceado que tan bella me hace, y mi cadena que tanto me quiere. ¿Se puede decir lo mismo de ti, querida? Cuánto siento que la prensa se haya volcado a mí favor en tantas ocasiones este año. Cuánto me duele, Teresa amiga mía, que te consideren una perdedora. Cuánto dolor que tu hija hiciera un ridículo tan bestial presentando aquel degenerado reality. ¡Menudo fracaso y qué vergüenza!

Ayer te vi durante mi publicidad. Qué mayor te estás haciendo y cuánto daño ha hecho Norma Desmond… Ya te pasaré uno de mis liftings si por fin admites que ahora soy yo la reina de las mañanas. Con mi bella prosa te describiría como un árbol en otoño: Caes, caes y nunca floreces (Perdona querida, pero me dejé al negro en Marbella). Lo que vengo a decir, es que en primavera el árbol florece pero, ¿tú crees que llegarás a la estación del amor? Y si llegas, ¿para qué?… Porque mi programa es de servicio público, el tuyo digamos que más bien es de servicios de estación de autobuses: ¡Cuánto cancaneo junto y en tan poco espacio! Para solventar tu ridículo decorado y los aburridos comentarios de Pasión de Gavilanes, has osado copiarme la fórmula de copresentadores. Perdona que me ría Teresa, pero eso de poner a la mujer de Guti como tu mano derecha… ¿Tan mal te iba con Rociíto? Era sosa y poco agradecida, lo sé, pero conseguiste tantas exclusivas de su madre sólo por tenerla en el equipo… Triste carrera la tuya, con lo que valías de chica Hermida, siempre a la sobra de alguien realmente importante. Disculpa que recuerde tus comienzos que ahora te dan vergüenza, pero ¿por qué no te quedaste ahí?

Mira, yo conservo a Belén, que lo mismo estornuda en directo que te suelta: “Andreita cómete el pollo”. Eso es naturalidad y no lo de tu niña. “La script”. ¿No es patético? ¿De verdad es necesario que una niña tan bien y adinerada haga el ridículo de esa manera? ¡Por Dolce & Gabbana, Teresa, ya está bien! Lo siento, pero la hipocresía Campos me supera. Eso de salir ahora a la calle micrófono en mano para resultar más cercana a la gente… ¿Pero a quién vas a encontrar a esas horas, mujer? No ves que España entera a esas horas está viéndome a mí y sólo a mí. El único programa que lleva el nombre de su presentadora, la Oprah Winfrey española. Yo soy esa.

En fin Teresa, no quiero extenderme demasiado, no vaya a ser que te plante unos versos del Quijote o de La vida es sueño y me acusen, nuevamente, de plagio. Sólo recordarte que tu rivalidad ya no es conmigo sino con Inés. Yo estoy en un nivel superior. Os supero en estilo, en share, en juventud, en audiencia y en colaboradores.

¿Coto Matamoros? Qué ordinariez Teresa, por favor, no sé qué te da ese hombre para que no puedas prescindir de él. Mira mi Maxim, mucho más refinado y elocuente, o mi Óscar, tan cercano y campechano. Mis chicos JASP, Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados, tienen gancho. Es cuestión de estilo televisivo, ya te daré clases querida. Mi corazón no guarda rencor ni hacia ti ni hacia la que fue mi cadena durante tantos años de éxito. Yo hacía un programa de tarde con mucho sabor, ¿recuerdas? A todo esto, ¿no han sido siempre las tardes tu gran frustración? Perdona, querida, no quiero herir más tu ego, pero es que son tantas las verdades que conservo para ti…

En la tertulia política, por ejemplo, fichas a Zaplana. ¿Pero tú no has ido siempre de sociata? ¿No tenías suficiente con Dávila y San Sebastián? Cómo te has vendido a Antena 3 y que mal quedan los kilos en cámara. Hasta has bajado a la mitad la audiencia de los Simpson. Más perejil, amiga, y menos cortes publicitarios con cara de mala leche.

En fin, únicamente puedo darte las gracias. Haces que me sienta tranquila y segura todas las mañanas. Tú pequeña amiga, y sin embargo gran compañera:

Sinceramente, A.R.Q.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído